Los padres de Neyzan y Alejandro ponen en práctica lo aprendido con 'Supernanny' y, tras algunas correcciones, parece que cada miembro de la familia ha encontrado su rol. Los niños empiezan a tomar cierta autonomía y Laura y Miguel parecen más tranquilos y con más tiempo para dedicar a su hija recién nacida y a su inminente boda.