El coche de la discordia

¿Competitividad? ¿Casualidad? ¿Malentendido? ¿Juego sucio? La pareja de desconocidos acusa a Pedro e Inés de robarles el coche que debía llevarles hasta el segundo amuleto.

El asunto sucedió de la siguiente manera: los aventureros tenían que hacer un collar exactamente igual que el que había en cada mesa. Una tarea de paciencia, sobre todo a la hora de encontrar las piezas. Inés y Pedro fueron los primeros. Los valencianos se montaron en una furgoneta roja que esperaba a Jota y Freire.

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Antes de subirse al vechículo, Inés avisa a Pedro: “El coche rojo, creo que era de ellos”. En cualquier caso, se suben. Jota, que lo ve todo desde lejos corre gritando que ese coche es suyo y que les esperen porque están a punto de terminar su collar.

El coche empieza a andar, pero Inés consigue que el conductor espere: “¡Stop! They are coming.” El conductor, cansado de esperar, le dice a Pedro que tiene que marcharse, a lo que Pedro contesta con un “Ok. Come one”.

Jota y Freire terminan el collar, pero para entonces Inés y Pedro se han marchado. “Muy bien, sin compasión”, dice Freire, además de una serie de calificativos nada amistosos.

Ya en la bandera, Jota estalla y le cuenta lo que ha pasado a Jesús Vázquez: “Qué gente más rastrera, yo al menos hubiera esperado y al llegar aquí a ver quién hubiera llegado antes.”

Las parejas tuvieron un momento para charlar y aclarar lo sucedido, pero esa conversación dejó a las dos parejas insatisfechas. ¿Crees que hicieron trampas Inés y Pedro? ¿Estaban obligados a que los desconocidos terminaran su collar? ¿Habrían actuado igual Jota y Freire en su lugar?