Un avión de la aerolínea kazaja Air Astana, con 149 pasajeros a bordo, informó de una pérdida en el sistema de control de mandos mientras sobrevolaban Portugal en dirección a Ámsterdam. Gracias a la ayuda de dos F-16 Fighting Falcon de la Fuerza Aérea Portuguesa, lograron aterrizar en la Base Aérea de Beja.