Elisa, 22 años, estudiante de derecho en Vigo. Ya sabe lo que es enfrentarse a una demanda. Durante el pasado verano estuvo trabajando de socorrista en la piscina de su pueblo, Crémenes, un pequeño municipio de las montañas leonesas. Tras sufrir un accidente de moto en julio, y volver de baja, el ayuntamiento le despide. Ella decide emprender acciones legales contra el consistorio. Pidió una toga y se defendió ella misma, posible en este tipo de disputas. Ha ganado a su ayuntamiento en su primer juicio.