Multas

Los 'radares carro' que llegarían a las carreteras españolas: usan láser y pueden vigilar varios carriles

Radares de carro en las carreteras catalanas
Radares de carro en las carreteras catalanas. SCT
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No son cajas grises ni coches camuflados. Tampoco necesitan cables, agentes ni instalaciones fijas. Son radares remolque, o "radares carro", y están llamados a revolucionar el control de velocidad en las carreteras españolas. Equipados con tecnología láser de alta precisión, autonomía energética y capacidad para monitorizar varios carriles a la vez, estos nuevos dispositivos móviles ya están operativos en Cataluña y podrían expandirse al resto del país. Sus cifras de multas en pocos días y su impacto inmediato en la reducción de accidentes adelantan un cambio de paradigma: el radar ya no avisa, se instala sin previo aviso y actúa con una eficacia inédita.

El Ministerio del Interior ha autorizado el uso de las nuevas plataformas móviles sobre remolque, conocidas como radares carro. Funcionan mediante pulsos de luz láser para medir velocidades, controlando varios carriles y direcciones a la vez, con un rango de hasta 75 metros. Operan autónomamente hasta 30 horas y transmiten datos en tiempo real gracias a conectividad Wi‑Fi, sin intervención directa de agentes de tráfico. 

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Cataluña ya los está usando: ubicación y cifras que asustan

El Servei Català de Trànsit (SCT) ha desplegado cuatro unidades, capaces de sancionar sin presencia policial. Dos de los tramos confirmados son en la C‑31, km 196, dirección Castelldefels (Bellvitge), y en la AP‑7, km 141, Santa Perpètua de Mogoda hacia Tarragona. Para 2026 se espera que haya 25 unidades operativas en Cataluña, según los planes del SCT.

Estos dos primeros remolques ya han cazado a muchos conductores en cuestión de días: En la AP‑7, del 22 al 27 de noviembre, se controlaron 39.549 vehículos, sancionando a 5.891 por exceso de velocidad. En la C‑31, el mismo periodo, se inspeccionaron 25.571 vehículos, con 4.089 multas impuestas.

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La tasa de infracciones fue especialmente alta situándose entre el 17% y 23% para turismos; el 3 % para vehículos pesados. Pero no todo es poner multas. Allí donde ya operan, la siniestralidad ha bajado entre un 65% y un 80%, cifras sorprendentes que impulsan su futura extensión. De hecho el objetivo es reducir en un 50% el número de fallecidos por accidentes de tráfico en un plazo de 10 años.

La ventaja estratégica de estos dispositivos es obvia: son móviles, independientes, resistentes al vandalismo y extremadamente versátiles. Funcionan sin necesidad de obra civil, electricidad en el lugar o constante presencia policial. Esto los convierte en herramientas idóneas para su uso en zonas con alta siniestralidad o tramos de obras temporales. 

Las prestaciones de estos nuevos radares carro superan a los clásicos radares láser portátiles. En este sentido, la organización automovilística RACE describe los veloláser portátiles como dispositivos capaces de medir velocidad en hasta tres carriles, ambos sentidos de circulación, y sin necesidad de agente presente, con rango de detección entre 15 y 50 metros. Sin embargo, estos permiten cierta movilidad, pero difieren de los nuevos radares carro por su capacidad para operar sin coche y sin intervención humana constante.

Los radares carro se pueden remolcar a cualquier punto de la red de carreteras

Lo que significa para los conductores y el sistema vial

La introducción de los radares carro representa un giro: el control de velocidad ya no depende de un radar fijo ni de oficinas administrativas; se basa en la capacidad de despliegue inmediato y vigilancia imprevista. Para los conductores esto implica un cambio que requiere tener en cuenta las nuevas condiciones, dado que existe una mayor incertidumbre sobre dónde podrían encontrarse los dispositivos. Por tanto existe una necesidad real de mantener una conducción uniforme y cautelosa, lo que convierte a estos radares carro en un incentivo real para reducir la siniestralidad en tramos conflictivos.

En cuanto a su llega a otros territorios, y aunque en estos momentos solo se pueden encontrar junto a la vía en zonas muy concretas de Cataluña, fuentes municipales y del sector de prensa especializada señalan que la Dirección General de Tráfico (DGT) estudia su adopción en otras regiones: Madrid, Comunidad Valenciana y Galicia están en la lista de interés por sus altos índices de atropellos y excesos de velocidad. Por el momento, no hay confirmación oficial, pero sí declaraciones que anticipan su ensayo en próximas convocatorias de seguridad vial.

Los radares carro son más que nuevos dispositivos: representan eficiencia técnica, disuasión efectiva y una era en que la carretera se vigila sin previo aviso. Su eficacia en Cataluña, con miles de multas y reducción drástica de accidentes, presagia un modelo que podría generalizarse pronto. Se acerca una era donde cada kilómetro recorrido en velocidades responsables importará más que nunca.