La DGT ajusta los radares de velocidad: el margen de error para evitar las multas

Esta reducción de los márgenes de error responde a mejoras tecnológicas en los dispositivos de medición
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La Dirección General de Tráfico (DGT) ha actualizado los márgenes de tolerancia que aplican los radares en España, una modificación técnica que tendrá consecuencias directas para millones de conductores. A partir de ahora, los límites a partir de los cuales los cinemómetros detectan una infracción se estrechan, lo que significa que se podrán emitir multas con menor diferencia respecto al límite legal.
El objetivo de este cambio, según Tráfico, no es sancionar más, sino mejorar la precisión tecnológica y reforzar la seguridad en las carreteras, donde el exceso de velocidad sigue siendo uno de los factores que más contribuyen a la siniestralidad vial.
Del margen 5/7 al nuevo 3/5: qué cambia exactamente
Hasta ahora, los radares en España aplicaban lo que popularmente se conocía como la "regla del 5 y del 7". Es decir, los radares fijos toleraban hasta 5 km/h por encima del límite en vías de hasta 100 km/h, y un 5% en vías con límites superiores. Por su parte, los radares móviles aplicaban un margen de 7 km/h o del 7%, dependiendo del tipo de vía.
Sin embargo, según ha confirmado la DGT, los nuevos márgenes se reducen de la siguiente forma:
- Radares fijos: 3 km/h de margen en límites inferiores a 100 km/h y un 3% para velocidades superiores.
- Radares móviles: 5 km/h hasta 100 km/h y un 5% para velocidades superiores.
Esto significa que, por ejemplo, en una vía limitada a 120 km/h, un radar fijo se activará a partir de 123,6 km/h, mientras que un radar móvil lo hará a partir de 126 km/h.
Aunque esta reducción de los márgenes de error responde a mejoras tecnológicas en los dispositivos de medición, para el conductor medio supone un cambio que no debe pasarse por alto. La diferencia entre circular a 122 km/h y a 124 km/h, que antes podía no implicar sanción, ahora puede traducirse en una multa sustanciosa, especialmente en aquellos tramos vigilados por radares fijos de nueva generación o dispositivos móviles embarcados.
Según datos de la propia DGT, más del 40% de las multas de tráfico impuestas en España están relacionadas con el exceso de velocidad, y muchas de ellas se concentran en márgenes que apenas superan el límite. En 2024, la velocidad fue un factor concurrente en 218 de los accidentes mortales registrados por la DGT.
Mayor vigilancia, pero también más precisión
El cambio también se enmarca en un contexto de mejora del equipamiento técnico. Nuevos radares de tipo multicarril, cinemómetros láser y sistemas de medición por tramos permiten calcular la velocidad media de un vehículo con gran exactitud. Esto ha llevado a la DGT a aplicar márgenes más estrictos, al considerar que la fiabilidad de las mediciones de estos aparatos permite prescindir de márgenes de tolerancia más amplios.
Además, los nuevos márgenes están alineados con los principios recogidos en la Directiva Europea 2014/45/UE, que establece criterios técnicos más homogéneos para la inspección de dispositivos de control de tráfico en los Estados miembros. En la práctica, España se suma así a otros países europeos que ya aplicaban márgenes más ajustados, como Alemania u Holanda.
¿Multas más frecuentes o más justas?
La pregunta que muchos conductores se hacen es si este nuevo sistema servirá para mejorar la seguridad o simplemente para aumentar la recaudación. La DGT insiste en que no se trata de una estrategia sancionadora, sino de una actualización coherente con la evolución tecnológica. "Con equipos más precisos, el margen también debe ajustarse", señalan desde el organismo. Además, recuerdan que todos los radares deben estar debidamente calibrados y homologados para que sus mediciones sean válidas ante un recurso legal.
Con todo esto, vemos que el nuevo margen de error en los radares de la DGT representa un paso más hacia una vigilancia de tráfico más precisa, homogénea y tecnológica. Pero también exige al conductor una mayor atención, no solo a la carretera, sino al propio cuadro de mandos. En un entorno donde el límite entre la infracción leve y la conducción legal se estrecha, el mejor consejo sigue siendo el de siempre: prudencia, atención constante y respeto riguroso a las normas de circulación.