Este comportamiento demuestra una comprensión compleja sobre cómo funcionan los distintos elementos del sistema: la boya, la cuerda y la trampa sumergida
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Un nuevo descubrimiento en la costa de Columbia Británica ha dejado asombrados a los expertos sobre las habilidades de los lobos costeros. Por primera vez, se ha grabado a estos animales manipulando boyas y cuerdas unidas a trampas de cangrejo, para acceder al cebo que estas trampas contienen.
Lo sorprendente es que este comportamiento demuestra una comprensión bastante compleja de cómo funcionan los distintos elementos del sistema: la boya, la cuerda y la trampa sumergida.
El vídeo, grabado por los guardianes de la Nación Haíɫzaqv (Heiltsuk), muestra a una loba nadando hacia la boya flotante, sujetándola con la boca y arrastrando la cuerda con precisión hasta la orilla. Tras varios intentos, la trampa emerge y la loba accede al cebo.
Aunque la idea de que un animal manipule herramientas no es nueva, lo que este vídeo sugiere es que los lobos costeros podrían estar utilizando un mecanismo ya existente para obtener su alimento, lo que plantea la pregunta: ¿están usando herramientas, o simplemente están aprendiendo a interactuar con su entorno de forma sofisticada?
Los investigadores aún no se ponen de acuerdo. Algunos creen que la loba entiende la conexión entre los diferentes elementos, pero también destacan que no está construyendo el mecanismo, sino manipulando algo que ya está ahí. Esto abre el debate sobre si realmente estamos ante un uso de herramientas, o si simplemente se trata de una adaptación notable.
¿Cuáles son las dos principales teorías?
Se barajan dos teorías principales. Por un lado, es que los lobos puedan haber observado a los pescadores locales manipular las trampas, aprendiendo cómo funcionan. Por otro lado, es que el comportamiento podría estar guiado por el olfato del cebo. Es decir, los lobos habrían aprendido a seguir el rastro del olor hasta encontrar la forma de obtener el alimento. Ambas explicaciones muestran la increíble adaptabilidad de esta especie, que parece haber encontrado una manera de interactuar con los recursos humanos de su entorno.
En otro episodio similar registrado en febrero de 2025, un lobo intentó tirar con fuerza de la cuerda de una trampa parcialmente hundida, aunque no consiguió desenterrarla por completo. A pesar de su fracaso, su persistencia y la manera en que movía la cuerda indicaron que este no era un intento al azar, sino un comportamiento repetido, una especie de aprendizaje progresivo.


