El acusado ha confirmado haber acabado con la vida de un matrimonio y su hija durante un robo en su vivienda
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GuadalajaraEl asesino confeso del triple crimen de Chiloeches ha declarado este viernes ante la Audiencia Provincial, donde ha confirmado haber acabado con la vida de un matrimonio y su hija durante un robo en su vivienda. En su declaración, llena de lagunas, ha asegurado que aquella noche actuó bajo un estado extremo de alteración: “Iba como un psicópata, ido, loquísimo”. Admitió que su objetivo era robar “dinero y relojes”, que llevaba una bayoneta y que también utilizó otra arma blanca, una navaja, que “no era mía; la cogí y me la llevé con el resto”.
Iba como un psicópata, ido, loquísimo
El acusado ha relatado que fue el padre de la familia quien lo sorprendió en el interior de la casa. Ha descrito el momento como un choque violento: “Un golpe, empujón, me fui contra el cristal y ya le di a todo”. La investigación señala que le asestó 29 puñaladas, algo que no ha negado aunque aseguró no recordar con precisión: “Me quitaba porque era fuerte, era grande… yo no sé ni dónde le di”.
Sobre la madre y la hija, ha dicho que su memoria es fragmentaria, pero ha reconocido haberles atacado: “Le daba a todo lo que se movía, todo lo que gritaba… fui yo seguro”. Además, ha admitido que prendió fuego a la vivienda antes de huir: “Empezó a quemarlo conmigo dentro; hubo un momento que dije ‘hostias’”. Su defensa argumenta que su estado se debió al consumo de drogas; él mismo ha confirmado que había tomado cocaína y que estaba “histérico, loquísimo”.
Le daba a todo lo que se movía, todo lo que gritaba… fui yo seguro
Además, ha negado la participación de Cristian, otro de los investigados y supuesta pareja de la joven fallecida, asegurando que aunque habían entrado juntos previamente con la intención de robar, “lo hice yo por mi cuenta”.
El acusado ha finalizado su declaración de hoy asegurando estar “profundamente arrepentido” y ha pedido perdón “tanto a Yeray como a la familia y a los dos acusados aquí presentes”. Yeray, hijo del matrimonio asesinado, es el único superviviente del crimen.


