Guía para recoger castañas y setas de forma segura: mejores destinos, consejos y fechas clave
Las castañas se recolectan mejor en otoño y las setas cuando llega la humedad
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El bosque abre sus puertas desde finales de verano y a lo largo del otoño para todos aquellos que buscan castañas y setas. Estos frutos despiertan el paladar, invitan al paseo y conectan con la naturaleza. Pero más allá del romanticismo de salir al bosque en esta época, es cierto que se trata de una actividad que exige conocimientos, previsión y respeto por el entorno. Te contamos cuándo, dónde y cómo hacerlo con seguridad.
Fechas clave y destinos más recomendados
En España, la temporada de la castaña empieza a principios del mes de octubre y puede prolongarse hasta finales de noviembre, o incluso diciembre en algunas áreas. Las castañas se recolectan mejor entre octubre y mediados de noviembre, cuando caen al suelo al abrirse los zurrones.
En cuanto a las setas, es habitual que su momento culmine en otoño, cuando las lluvias son frecuentes y la humedad favorece su aparición. Un manual de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AECOSAN) advierte que “no recolectes ni aceptes setas, si no tienes la seguridad de que son comestibles”.
Respecto a buenas zonas para estas actividades, aunque muchos lugares pueden servir, la normativa señala que incluso en la Comunidad de Madrid, para el Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama se requiere permiso para la recogida de setas. De este modo, si quieres planear una escapada, octubre o principios de noviembre sería el momento óptimo. Solo quedaría elegir un bosque con acceso regulado y bien señalizado que aumente la seguridad al realizar la actividad.
Normas básicas de seguridad y permisos
Recolectar implica obedecer regulaciones: en muchas comunidades autónomas se establecen cupos, permisos obligatorios o incluso existen normativas que imponen sanciones elevadas por el incumplimiento. Por ejemplo, en Castilla y León solo se pueden coger hasta tres kilogramos de setas silvestres por persona y día en algunas zonas acotadas.
La AECOSAN insiste en que las setas solo deben recogerse si se está seguro de que son comestibles, y que aquellas que despierten dudas no deben ser consumidas hasta consultar con un experto. También se aconseja evitar zonas desprotegidas, donde el suelo o el entorno pueden estar contaminados. Nos referimos a zonas contaminadas, áreas industriales y bordes de carretera, ya que las setas pueden contener metales pesados. Respetar las instrucciones técnicas, utilizar herramientas adecuadas (una navaja para cortar la seta en su base, un cesto ventilado, etc.) y conocer el marco legal reduce los riesgos y facilita el disfrute de una experiencia plena.
En cuanto a las castañas, aunque la normativa no es tan uniforme, se recuerda que la recolección óptima se produce cuando los erizos han caído y se han abierto.
Buenas prácticas para una experiencia gratificante
Para disfrutar sin sobresaltos, lo mejor es empezar por elegir realizar esta actividad en un día seco, llevar calzado antideslizante, ropa que abrace la capa vegetal y agua suficiente para las horas que planeemos estar a la intemperie. Lleva además guías de setas o consulta con expertos de la zona. Al fin y al cabo la seguridad empieza por conocer lo que se recoge.
Respecto a la castaña, es buena idea acudir después de la caída de los erizos, revisar que la cáscara esté intacta y mantener la recolección hasta una fecha prudente en la región.
Cuando salgas a setas, respeta los cupos, evita arrancar los hongos de forma que dañe el micelio, y lleva una cesta de mimbre o ventilada, nunca en envoltorios plásticos, para facilitar la identificación. Recoge la seta metiendo la navaja en el suelo paralela al pie de la seta. Además, no te olvides de llevar papel de aluminio para envolver aquellas setas que necesites identificar.
Finalmente, ten presente que la experiencia de recoger va más allá de llevarte a casa el fruto o el hongo, sino que es un momento de contacto directo con el bosque, de escucha del tiempo y de respeto al ritmo de la naturaleza.
Salir a recoger castañas o setas puede ser una escapada refrescante, familiar o contemplativa. Pero para que lo sea sin sobresaltos, conviene hacerlo en la época adecuada, en un entorno regulado y con la actitud de quien camina en el bosque como invitado. Recuerda: elige un bosque, respeta las normas y deja que el otoño dé lo que tiene para quien sabe esperar.
