El otoño se ha convertido en el momento ideal para visitar destinos que en verano resultan inasumibles
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En los últimos años, los viajeros más experimentados han empezado a mirar el calendario distinto cuando llega la hora de pensar en sus vacaciones. Es ahí donde aparece la llamada 'shoulder season', o lo que es lo mismo, la temporada intermedia que se refiere a esos meses entre la alta y la baja temporada. Durante este periodo la demanda se reduce, los precios bajan y las multitudes desaparecen, al menos en teoría. En Europa, el otoño (de septiembre a mediados de noviembre) se ha convertido en el momento ideal para visitar destinos que en verano resultan inasumibles, tanto por coste como por saturación turística.
Se trata además de un fenómeno que en absoluto resulta casual. Según el Financial Times, cada vez más turistas, especialmente británicos, optan por viajar durante la ‘shoulder season’, de septiembre a noviembre, que es mucho más fresca en cuanto a temperaturas, y de esta manera evitan posibles olas de calor y el turismo excesivo de los meses veraniegos. Además, de paso también se benefician de precios algo más bajos.
Ahorro real y cifras que lo demuestran
Las diferencias de precio son notables en esta época. Dependiendo de cada caso en particular, los precios de hoteles suelen caer entre un 20% y un 40% una vez terminan las vacaciones escolares y la demanda se suaviza.
En cuanto al transporte aéreo, la bajada puede ser aún más evidente. De esta forma, la tarifa aérea tiende a disminuir hasta un 30% durante estos periodos de transición que teóricamente son más tranquilos. Los servicios en general también se ven afectados, reduciendo precios hasta en un 25%, aunque esta es una máxima que depende del destino, ya que en países industrializados la variación es mucho menor.
En el sur de Europa, el cambio de fechas resulta especialmente rentable. Distintos medios financieros calculan que posponer unas vacaciones de agosto a octubre puede reducir los precios casi un 38%. Este ahorro no solo se aplica al transporte y al alojamiento, sino también a actividades, restaurantes y excursiones, que en temporada alta disparan sus costes, aprovechan el turismo de países con mayor poder adquisitivo.

Viajar sin masas y con clima más amable
El otoño en la 'shoulder season' no solo implica gastar menos, sino también disfrutar más. Como decíamos más arriba, las ventajas de esta época del año son múltiples, y se traducen en la forma de menos multitudes, a mejores precios y con un ritmo más relajado de viaje. Esto desemboca, de forma ineludible, en una mejor experiencia turística, con el único riesgo de sufrir alguna que otra inclemencia climática moderada.
En ese sentido, las temperaturas de esta época del año suelen ser más suaves y permiten disfrutar mejor de los destinos que sean específicamente de playa. Al fin y al cabo, no hay nada como realizar todo tipo de actividades al aire libre sin el agobio del calor extremo ni las aglomeraciones. Esto resulta especialmente atractivo para destinos donde viajar en verano implica colas interminables y jornadas sofocantes.
Destinos en tendencia al alza
Algunos de los lugares más turísticos del planeta se transforman por completo en otoño. Ciudades como Roma, Londres y París son más disfrutables durante septiembre y octubre. Lo mismo ocurre con regiones como la Toscana, las Dolomitas o con enclaves estadounidenses como el Gran Cañón, Boston, Nueva York y Florida.
Los expertos además confirman que el interés por la 'shoulder season' está en auge. De este modo, las reservas para Ibiza han subido un 30%, y las de octubre-noviembre en general son un 20% más altas que el año pasado. La demanda ha crecido tanto que ya es habitual que las agencias de viajes añadan más rutas a destinos europeos populares durante estos meses, buscando adaptarse a un público que quiere evitar tanto el los agobios del calor, como la saturación turística.
La fórmula es clara: menos gente, más ahorro, mejor clima y la misma oferta cultural y gastronómica que en temporada alta. Para quienes sueñan con recorrer museos sin filas, pasear por plazas históricas sin empujones o disfrutar de playas con espacio de sobra, el otoño en 'shoulder season' se ha convertido en la respuesta inteligente.


