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Cómo preparar tu coche para la llegada del invierno: consejos de la DGT para evitar multas y accidentes

Conducción con nieve. Getty Images
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El invierno no espera a nadie, y con su llegada también aterrizan las lluvias más persistentes, la posibilidad de encontrarse hielo o nieve en la carretera, y jornadas más cortas, con mucha menos de luz. La DGT ya avisa de que es necesario prepararse a todos los niveles para este tipo de climatología. Por ejemplo, “con nieve o hielo ampliar la distancia de seguridad será la primera decisión que debemos tomar”. Sin embargo esa no es más que la primera de las recomendaciones. 

Y es que, contar con la preparación adecuada para esta época del año sale más barata que una sanción o tener un susto de carretera. Pero el mantenimiento técnico del vehículo, la adaptación de la conducción y el adecuado equipamiento no bastan por sí solos: también es necesaria una buena dosis de atención, información y paladas de actitud.

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Pon a punto el vehículo antes del frío

En realidad, más que de una puesta a punto ocasional, se trata de toda una revisión específica para condiciones invernales. Es importante revisar, antes de que llegue el frío, el estado del alumbrado, los neumáticos, los sistemas de frenado, los niveles de líquido en el motor, prestando especial atención al líquido anticongelante… entre otros aspectos clave para poder conducir con seguridad cuando bajan los termómetros. 

Sobre los neumáticos, la DGT lo deja también claro, denotando que los neumáticos de invierno se diseñan específicamente para circular con seguridad a temperaturas inferiores a 7 ºC, tanto si la carretera está nevada como si no. Esto implica que, aunque no obligatorio en toda España, valorarlos es sinónimo de seguridad, sobre todo en zonas de frío extremo y heladas nocturnas.

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Conduce adaptado al entorno: velocidad, distancia, previsión

Con el frío, la lluvia y el hielo se complica la conducción por la falta de adherencia y la menor visibilidad. Por ello, la DGT aconseja que ante la presencia de nieve, hielo, niebla, lluvia o viento siempre se debe disminuir la velocidad y aumentar la distancia de seguridad. 

Además, también es importante tener puestas las luces cortas, así como ser conscientes de cuándo son necesarias las luces antiniebla. Además, cuando aparecen este tipo de condiciones de conducción tan difíciles, se recomienda circular siempre con una marcha más de la que requiera la situación habitualmente cuando se va en llano o en subida.

Para las condiciones más extremas, como cuando hay nieve acumulada, lo recomendable es extremar aún más la precaución. De este modo, reduce la velocidad a 100 km/h en autopistas y autovías y a 80 km/h en el resto de vías. Y si el tramo está bastante cubierto de nieve o hielo, puede incluso limitarse la velocidad a 30 km/h o requerir cadenas. Este tipo de medidas son también las que sanciona la DGT si el vehículo carece del equipamiento adecuado en esas circunstancias.

Visibilidad, información y actitud preventiva

Preparar el coche es indispensable; anticipar el trayecto es igual de importante. La DGT recomienda informarse del estado de las carreteras y la meteorología antes de emprender cualquier viaje en esta época del año. También advierte que en caso de que haya alerta por posibles nevadas, se pueden imponer restricciones a la circulación de vehículos que no cuenten con neumáticos de invierno, todo‑tiempo o cadenas. 

Cuando esto ocurre, existe un “código de colores” para nieve e hielo establecido por la DGT. Según este código verde sería inicio de nevada, lo que implicaría velocidad limitada. Amarillo supone calzada parcialmente cubierta, y con ello se prohíbe camiones y se limita la velocidad. En rojo la calzada cubierta, se prohíben camiones y se exige el uso de cadenas. El negro significa que la circulación está totalmente prohibida para todos los vehículos que ayuda a interpretar la gravedad de la situación. De esta manera, conocerlo es una forma más de anticiparse. 

demás, cuando el coche se deja parado o estacionado durante la noche, un truco sencillo del mantenimiento que propone la DGT es cubrir el cristal con cartón para evitar hielo al arrancar al día siguiente. Nunca hay que echar agua caliente sobre el parabrisas helado, pues podría provocar la rotura de este.  

En carretera, es importante activar correctamente las luces, usar los limpiaparabrisas y evitar frenadas bruscas se convierten en maniobras básicas; en invierno, pueden marcar la diferencia entre llegar o quedarte. 

En definitiva, preparar el vehículo para el invierno no es solo ponerle a punto: es adaptar mente, coche y trayecto al entorno que viene. Revisar neumáticos, frenos y visibilidad; reducir velocidad y aumentar distancia de seguridad; informarse y actuar con prudencia. Una combinación de factores que convierte tus ruedas en aliadas y no en trampas. Porque, como dice la DGT, la conducción bajo hielo o nieve exige anticipación, no improvisación. Y la prevención es tan importante como el motor que arranca.