David y Jesús, los limpiadores de la muerte: "Lo peor fue el asesinato de una niña de 12 años"

David y Jesús llevan 14 años entrando donde nadie quiere entrar, limpiando lo que nunca deberían limpiar: crímenes y suicidios
David no olvida el asesinato de una niña de 12 años y aún recuerda cada rincón de esa casa
Cuando sucede un hecho traumático en una vivienda, una muerte violenta, un suicidio, el paso siguiente es eliminar cualquier rastro de la tragedia para que la familia pueda volver a entrar. A esto se dedican David y Jesús. Ambos llevan 14 años entrando donde nadie quiere entrar, limpiando lo que nunca deberían limpiar. Nada menos que los restos de una muerte violenta, de suicidios o de fallecidos que nadie ha reclamado en meses.
Jesús cree que los peores casos son los suicidios o asesinatos de menores mientras que David no puede olvidar el impacto que le causó el asesinato de una menor de 12 años asesinada. "Ocurrió hace siete años y hasta el día de hoy me acuerdo de hasta el último rincón de la casa".
Entran cuando la policía judicial ha terminado de recabar pruebas. La familia les da a ellos las llaves la gran mayoría nunca quiere entrar. "Nosotros recomendamos que no se entre", reconocen, "aunque cada uno es libre para hacer lo que quiera".
Una vez dentro llevan todo tipo de herramientas, levantan suelos si es necesario, usan productos sanitarios específicos para hacer una limpieza minuciosa y que en ningún rincón quede rastro de la tragedia.
Pero ¿queda rastro en sus mentes? Jesús reconoce que "el trabajo es muy duro e intentamos no llevarnos nada a casa", mientras que David hace hincapié en la "capacidad mental" que debes tener para hacer un trabajo de este tipo sin derrumbarte. Hay que entrar en la vivienda, sí, pero todo lo que ven "intentar dejarlo ahí". Han visto siluetas de personas muertas grabadas en el suelo e imágenes dantescas. El oficio no les deja separarse del móvil porque el crimen no descansa y les obliga a estar pegados al teléfono 24 horas.
Es su oficio. Jesús y David intentan borrar las huellas de esos hechos traumáticos que siempre serán.. imborrables.

