El jugador del Chelsea y de la selección asegura que lo mejor es ver cuánto le cuidan y le quieren sus hermanos
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Marc Cucurella, la estrella de la selección española, ha contado en una entrevista aspectos de su vida que no había tocado demasiado hasta ahora. Uno de sus tres hijos, Mateo, tiene autismo y se ha emocionado al hablar de él. Asegura que en casa sufren mucho por él, solo intentan que no lo pase mal y a veces no saben cómo ayudarle, informa Lydia Camón en el vídeo.
Ha sido en el podcast 'Paupautista', presentado por Pau Brunet, un niño de 11 años que también padece TEA y que se ha animado a entrevistar al futbolista. Cucurella se rompió al hablar de su hijo ante una pregunta del pequeño: "¿Cuál ha sido el gol, hablando metafóricamente, más emocionante que te ha regalado tu hijo? Ese que te hizo llorar de alegría".
Es la primera vez que se abre sobre el tema
"Es como la primera vez que hago esto", confiesa. El jugador no para de secarse las lágrimas y apenas puede hablar. "Sobre todo cuando lo veo que está mal, pues me hace sufrir, y es un tema que me pone bastante sensible, la verdad", añade después. Cucurella ha mantenido un tono cercano y sincero durante toda la entrevista al ver que era el momento más adecuado para explicar esta realidad al mundo.
España está acostumbrada a ver al futbolista del Chelsea o bien en el campo o bien sonriendo y celebrando. Esta vez se ha abierto y ha contado cómo empezó todo. "Cuando era pequeño nos lo pasábamos bien, le poníamos música y me acuerdo que aleteaba", recuerda. "No lo sabíamos y nos lo tomábamos como que él estaba bailando", añade.
Mateo, arropado por el amor de sus hermanos
El pequeño Pau le ha preguntado también cómo es el día a día con Mateo. "Le costaba mucho entrar en las casas que él no conocía", pone Cururella de ejemplo. Aunque la historia está llena de momentos complejos, también hay hueco para buenos recuerdos: "Siempre después del cole íbamos caminando a comprar la merienda a un supermercado", resalta.
Es aquí cuando no puede continuar sin hacer referencia a la inestimable ayuda que recibe de sus otros dos hijos. "Lo cuidan mucho. El mediano, Río, cuando ve a Mateo enfadado, le canta. Sabe que le gusta que le canten". No podría estar más orgulloso de lo mucho que quieren a su hermano y del amor que hay en la familia.
El jugador ha accedido a mostrar su lado más humano y personal en esta entrevista tan necesaria para dar visibilidad al autismo. "La gente a veces tiene poca empatía. Yo noto que la gente pone caras o mira mal", lamenta. Todo es poco para concienciar sobre la falta de sensibilidad que sigue habiendo en cuanto al TEA.


