Las cuatro técnicas para enfrentarse a las llamas de los incendios forestales como los de Galicia, Extremadura o Castilla y León
La altura de las llamas cambia la forma en la que los bomberos y brigadistas se enfrentan a los incendios forestales
El incendio de Jarilla, Cáceres, sigue descontrolado y los vecinos reclaman más medio para luchar contra las llamas
Los incendios forestales están castigando este mes de agosto con inusitada virulencia zonas de Galicia, Extremadura y Castilla y León. La lucha de bomberos, brigadistas y miembros de la UME con miles de vecinos convertidos en voluntarios contra las llamas está logrando controlar el avance del fuego. Para ello cuentan con protocolos de extinción y seguridad que les ayudan en esta batalla desigual contra los incendios
Según estas normas protocolizadas, si las llamas no alcanzan el metro y medio, se ejecuta el ataque directo con el tendido de mangueras y el uso de herramientas básicas como mochila extintora, batefuegos y palas.
La importancia de las vías de escape para los bomberos
En el caso de que las llamas superen el metro y medio, se pasa al ataque indirecto. Los medios aéreos entran en escena y en esta fase se comienzan a crear las líneas de defensa para que el fuego no tenga combustible para poder progresar. El bulldozer y la motosierra son las herramientas esenciales en esta fase.
En el tercer escenario, con llamas de más de dos metros y medio, los efectivos no pueden acercarse a menos de 10 metros. Aquí se puede optar por la técnica llamada la quema de ensanche. Se trata de abordar la cola y los flancos para ampliar convertir esa área en segura.
Y finalmente, en el escenario 4, cuando las llamas superan los tres metros y medio lo que se requiere es la técnica de los contrafuego. Se trata de prender zonas para que las llamas asciendan por la misma topografía del terreno de forma que cuando llegue el incendio principal se va a encontrar que el combustible ya ha quemado, impidiendo o deteniendo su avance.
Es muy importante tener en cuenta que, en cada una de estas fases, siempre tiene que haber una vía de escape para garantizar la seguridad de estos profesionales.
