El incendio de León alcanza Las Médulas, Patrimonio de la Humanidad: 600 desalojados en varias poblaciones de la zona
En León, dos incendios de nivel 2 en Yeres y Llamas de la Cabrera son los más graves
El incendio de Las Navas del Marqués, Ávila, continúa sin controlar ni estabilizar
Las llamas no dan tregua en España este fin de semana. Tres grandes incendios en León, Ávila y Ourense mantienen en alerta a los servicios de emergencia y a las comunidades afectadas, según informa en el vídeo Laura Mosqueda.
La situación de los incendios de León mantienen en alerta a muchas comarcas de la provincia. Fuentes de la Junta de Castilla y León han informado sobre la situación de los incendios, que se encuentran en todos los casos en Índice de Gravedad Potencial (IGR) 2 por diversos motivos. En el caso de Yeres, el fuego ha llegado ya a Las Médulas, Patrimonio de la Humanidad por la Unesco desde 1997 debido a su extraordinario valor como paisaje cultural.
Pero esto no es todo. Otros tres focos siguen activos en Orallo, Fasgar y Fantoria. La Unidad Militar de Emergencias (UME) continúa su labor para controlar las llamas.
El incendio de Chandrexa de Queixa, el mayor de Galicia
En Ourense, seis puntos que prendieron casi a la vez, han obligado a la Xunta a decretar el nivel 2 de emergencia este domingo.
El incendio de Chandrexa de Queixa es ya el mayor fuego del verano en Galicia. También continúa activo y ya ha calcinado más de 800 hectáreas.
El fuego de San Bartolomé de Pinares continúa activo
En Ávila, el fuego ha llegado con fuerza. En San Bartolomé de Pinares, el incendio declarado el viernes ya ha arrasado más de 600 hectáreas. La rápida propagación obligó a evacuar a 1.500 vecinos de Ciudad Ducal y La Estación en Las Navas del Marqués.
Aunque las llamas están controladas, continúa activo. "El incendio está activo. Se está trabajando en la estabilización. Hay más de un 90% del perímetro estabilizado, pero no se puede decir que esté estabilizado", señala Víctor Fernández, técnico del puesto de mando.
La situación mejora, pero la vigilancia sigue siendo clave.
En esta lucha contra el fuego, cada instante cuenta y el riesgo de reactivaciones permanece.
