¿Qué buscan las universidades en sus nuevos estudiantes? Habilidades más allá de la nota

Las universidades están empezando a tener en cuenta habilidades como el pensamiento crítico, la autonomía y la capacidad de adaptación por encima del expediente académico
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Desde siempre, el acceso a la universidad en España ha estado marcado por una cifra: la nota de corte. Esta calificación obsesiona a miles de estudiantes de segundo de Bachillerato y además, determina su futuro académico. Durante la PAU, miles de estudiantes de bachillerato tienen el objetivo de conseguir la máxima nota de corte para poder acceder a la carrera que tanto quieren.
Pero, hay una pregunta que no se suele hacer y que debería tener un lugar prioritario: ¿qué buscan realmente las universidades en sus futuros alumnos? ¿Es suficiente con obtener una buena calificación o son importantes las competencias personales, actitud o la capacidad de adaptación en el entorno universitario?
Aunque la nota sigue siendo el criterio fundamental para poder acceder a la carrera deseada, sobre todo en titulaciones de alta demanda como puede ser Medicina, Ingeniería Informática o Física y Matemáticas, las universidades buscan mucho más que expedientes brillantes.
Las instituciones de educación superior se comienzan a fijar cada vez más en factores como la capacidad de adaptación, la iniciativa, la comunicación efectiva o el pensamiento crítico. Es cierto que en España, el sistema sigue anclado mayoritariamente a los criterios cuantitativos, pero a pesar de ello, se están dando pasos para poder incorporar nuevas herramientas de selección y evaluación.
Las universidades ya no quieren formar solo a profesionales en conocimientos técnicos, sino que aspiran a preparar ciudadanos capaces de desenvolverse en un mundo más complejo. Para ello, no solo sirve la excelencia académica, algunas competencias personales tienen mucho más valor.
Más allá del expediente: ¿qué significa ser un buen universitario hoy?
Un estudiante excelente no es solo el que saca sobresalientes, sino el que sabe enfrentarse a retos, colaborar con compañeros, pensar por sí mismo y aprender de manera autónoma. Son muchos los estudiantes que entran en una carrera universitaria con un expediente académico excelente, pero abandonan el primer año por no saber enfrentarse al cambio de ritmo, nivel de autonomía o por la frustración que supone no ser siempre el mejor.
Muchos de estos alumnos con expedientes excelentes, llegan con una presión externa muy fuerte, están acostumbrados a estudiar de memoria, y cuando tienen que enfrentarse a trabajar en equipo, reflexionar por sí mismos o analizar situaciones, se bloquean. Por esto, los equipos de admisión y orientación han de mirar más allá del 13,5 o 14, porque hay que tener en cuenta el potencial real del estudiante y su capacidad para enfrentarse a esos cambios que supone la universidad.
Este cambio de paradigma no es nuevo en países como Estados Unidos, Canadá, Reino Unido o Finlandia, donde los procesos de admisión incluyen siempre cartas de motivación, entrevistas personales, pruebas de aptitud o valoraciones del perfil extracurricular.
Las competencias más valoradas por las universidades
Muchos estudios publicados por universidades españolas, como los informes anuales de la CRUE (Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas), coinciden en que las competencias más relevantes en el entorno universitario actual son:
Autonomía y gestión del tiempo
En la universidad, nadie está detrás de cada alumno recordándole lo que debe hacer. Se valora mucho que los estudiantes sean capaces de organizarse, planificar trabajos, cumplir plazos y equilibrar su carga académica de manera responsable. Esta habilidad resulta fundamental en grados como Ingeniería, Medicina o Arquitectura, donde la exigencia y el ritmo son elevados.
Capacidad de análisis y pensamiento crítico
Con la reforma educativa impulsada por la LOMLOE y la introducción de la evaluación competencial en la nueva PAU 2025, se espera que los alumnos lleguen a la universidad con mayor capacidad de razonamiento. Los docentes valoran a quienes saben interpretar textos, cuestionar fuentes, analizar datos y generar argumentos propios, más allá de reproducir lo estudiado.
Comunicación oral y escrita
Los trabajos en grupo, las presentaciones orales, las exposiciones y la redacción de informe son tareas habituales en cualquier carrera universitaria. Por esto, se busca que los alumnos sepan expresarse con claridad, adaptar su lenguaje al contexto y defender sus ideas con coherencia y respeto.
Colaboración y trabajo en equipo
Aunque muchos estudiantes están acostumbrados a competir por la mejor nota, en la universidad las dinámicas colaborativas son fundamentales. Desde proyectos en grupo hasta prácticas de laboratorio o seminarios, se tiene muy en cuenta el trabajo conjunto como parte del aprendizaje.
Capacidad de adaptación y aprendizaje continuo
En una sociedad tan cambiante como esta, las universidades no son una excepción. Los planes de estudio evolucionan, se incorporan nuevas tecnologías, y los métodos docentes van variando. Los alumnos que son capaces de adaptarse mejor a estos cambios suelen ser los que más disfrutan de la experiencia universitaria.

