Así es como los bebés pueden ser políglotas: ya pasa en varios países del mundo

Los niños de un país de África Occidental hablan con total soltura hasta seis lenguas diferentes
¿Cuáles son los beneficios de los videojuegos en la educación de los niños?
MadridUn niño que crece donde a su alrededor se hablan varias lenguas recibe de forma involuntaria clases particulares de idiomas de forma gratuita. Incluso a los dos o tres años ya será capaz de comunicarse en varios a la vez aunque al principio mezcle las palabras. Con el tiempo se convierte en un políglota porque esa experiencia le predispone a seguir aprendiendo lenguas nuevas y a cambiar de una a otra sin apenas esfuerzo. En Noticias Cuatro nos ha llamado la atención un estudio que se acaba de publicar sobre bebés políglotas: cómo lo logran y en qué países sucede.
Tal como destacan los expertos, un bebé políglota o aquel que utiliza sin ningún problema tres o más lenguas no es un superdotado sino que ha crecido en un entorno que le ha facilitado ese aprendizaje. Un ejemplo muy sencillo es cuando los padres son oriundos de países distintos, por ejemplo, Italia y Alemania, se comunican en inglés y, además, viven en Londres.
A medida que el bebé cumple un mes tras otro, si cada uno de sus progenitores le habla en su propia lengua materna y cuando acude a la guardería, a las tiendas o al parque escucha el inglés al cabo de muy poco tiempo será capaz de hablar en esos tres idiomas. Incluso es probable que los padres hayan aprovechado el entorno multilingüe donde viven para reforzar el aprendizaje de la tercera lengua leyéndole cuentos o poniéndole dibujos en inglés. Según los entendidos juega una baza importante esa conjugación entre el vínculo afectivo y una voz reconocible porque hace que el bebé se muestre más receptivo.
Un país donde los bebés aprenden un mínimo de tres lenguas
Por otra parte, un grupo de investigadores en lingüística, comunicación, lenguaje y cerebro han publicado en el número de abril de la revista Desarrollo cognitivo de Sciencedirect.com las conclusiones de un trabajo de campo que precisamente analiza esta capacidad de los bebés para aprender idiomas. En concreto han escogido a familias de Accra, una población de Ghana, país del golfo de Guinea en África Occidental, donde desde muy pequeños muchos de sus habitantes ya dominan hasta seis lenguas. El texto se titula Explorando la naturaleza del aporte multilingüe a bebés en familias con múltiples cuidadores en una ciudad africana: el caso de Accra (Ghana) y lo firman Paul Okyere Omane y Titia Benders (ambos de la Macquarie University, Sydney, Australia) junto a Natalie Boll-Avetisyan (University of Potsdam, Alemania).
En Ghana existe tal nivel de multilingüismo que estos expertos consideraron que era el lugar ideal para adentrase en el día a día de las familias y comprobar en qué circunstancias se criaba a los niños para adquirir todo ese aprendizaje lingüístico. En este país se hablan unos 83 idiomas, muchos de ellos locales. El inglés es el oficial y se emplea en todos los asuntos gubernamentales, en la comunicación y en la educación. Le sigue en importancia el Akan como idioma local predominante porque lo hablan aproximadamente el 70% de la población tanto en las operaciones comerciales, como por parte de los medios de comunicación o de la iglesia.
Por su parte, el akan es un grupo de lenguas kwa, con varios dialectos relacionados (el Asante, el Fante, el Akyem o el Agona). Destaca de la misma forma que se trata de un país al que los investigadores califican como menos WEIRD, un acrónimo de Western, Educated, Industrialized, Rich and Democratic (occidental, educado, industrializado, rico y democrático).
Para realizar el estudio se ha contado con la participación de 121 familias de Accra, la capital de Ghana, con bebés de edades comprendidas entre los 3 y los 12 meses de edad. Todos ellos han sido criados utilizando desde dos o seis idiomas simultáneamente. Esto se debe a que se han rodeado de múltiples cuidadores, por norma general hasta seis personas distintas, y a las condiciones particulares de los hogares, que se caracterizan por ser multigeneracionales y multifamiliares.
Los investigadores han comprobado cómo se comunican con los bebés de forma regular y directa en un total de dos a seis idiomas hasta seis personas distintas (madre, padre, hermanos mayores, abuelos, personal doméstico así como sus tíos o sus primos o los vecinos). Este número tan elevado de idiomas, subrayan las conclusiones del estudio, “en parte se puede atribuir a las múltiples tradiciones de cuidadores en el país”. Tras el análisis de los datos quedó patente que “los factores culturales y ambientales pueden moldear las experiencias lingüísticas de los bebés multilingües en un entorno africano”.
Por otra parte, esos bebés también están expuestos de forma indirecta a distintas lenguas a través de la televisión, de la radio o de conversaciones ajenas de personas que no forman parte de su círculo más cercano, lo que incrementa las posibilidades de aprender más lenguas todavía.
El estudio ha tenido dos objetivos. El primero ha sido “comprender la naturaleza de la información que reciben los bebés en términos del número de idiomas de exposición, los proveedores de información y los factores que pueden afectar a la cantidad relativa de información en cada idioma”. En cuanto al segundo objetivo del estudio ha sido el desarrollo y la comprobación del funcionamiento de dos herramientas de medición de información que sirven “para cuantificar la exposición multilingüe y los factores contextuales relevantes”.
Tal como apuntan los investigadores, este estudio se ha limitado a cuantificar la información que reciben los bebés, pero no la calidad de dicha información y “su impacto potencial en el desarrollo del lenguaje”, un aspecto que igualmente debe investigarse en próximos trabajos.