Duro golpe a los Latin King: desarticulan la banda juvenil asentada en Cataluña y detienen a 34 personas

  • La facción de los Latin Kings en Cataluña está caracterizada por su violencia y por buscar adeptos vulnerables

  • Los agentes llevaron a cabo una operación en la que 34 personas fueron detenidas en la operación 'Kamaleones'

  • Los miembros se financiaban con el tráfico de drogas, las estafas y una cuota obligatoria para todos los miembros

La Guardia Civil desarticula la organización de los Latin King asentada en Cataluña y detiene a 34 personas. Los investigadores creen que estaban preparando un ajuste de cuentas con otra banda. Uno de los arrestaros es el líder del Reino Hispano, la facción juvenil asentada en la comunidad catalana. Se investiga a dos miembros que están en prisión, según informa en el vídeo Raquel Duva.

Los agentes arrestaron al líder del Reino Hispano -grupo juvenil de los Latin Kings- en el aeropuerto del Adolfo Suárez cuando pretendía huir del país junto a otros miembros. Él dirigía, junto a otro suprema o máximo responsable, las actividades en Barcelona y Tarragona. Los investigadores seguían su rastro desde febrero.

La Guardia Civil desarticula la facción de los Latin Kings asentada en Cataluña

Las autoridades desarticulan la facción de los Latin Kings en Cataluña, caracterizada por su violencia y por buscar adeptos entre personas "vulnerables o solitarias". Los hechos ocurrieron el pasado 17 de abril, cuando los agentes llevaron a cabo una operación en la que 34 personas fueron detenidas en la operación llamada 'Kamaleones'. Entre las armas incautadas se encontraron machetes, puñales, tasers, equipos de transmisiones y droga.

“Hubo una pelea en Hospitalet de Llobregat que resultó ser un conflicto entre tres bandas que finalizó con uno de los Latin King apuñalado. Empezaron a reorganizarse y en hacer una planificación bastante sofisticada. Dividían los medios, los coches y las armas. En el momento en el que iban a ejecutar la acción, recibieron una llamada de que tenían que cancelarlo todo”, explica Alfonso Casajús, cadete jefe de la Guardia Civil de Tarragona.

Los cabecillas ejercían prisión para evitar que abandonasen la banda

La banda había visto reducido el número de integrantes desde el 2010 y aumentaron la captación. Los cabecillas ejercían gran presión sobre su miembros para evitar que abandonasen esta banda juvenil. Realizaban castigos físicos y psicológicos como agresiones, golpes o humillaciones e incluso los obligaban a hacer flexiones ante el resto del grupo hasta acabar exhaustos.

Los miembros se financiaban con el tráfico de drogas, las estafas y una cuota obligatoria para todos los miembros. Se les atribuyen delitos contra las personas como lesiones, amenazas, coacciones y homicidios.