El rápido avance del fuego obliga a desalojar a los vecinos de Monchique

Salen desconcertados de sus casas, el rápido avance del fuego les pilla por sorpresa. Algunos llevan consigo maletas cargadas porque no quieren volver a perderlo todo. Durante el desalojo, el fuerte viento complica el trabajo de los efectivos. Los vecinos se quejan de la actitud de la guardia portuguesa aunque ellos aseguran que tuvieron que actuar con rapidez porque las llamas y el humo cubrían por completo el pueblo al sur del Algarve.

Más de 30 personas han sido trasladadas por inhalación de humo y quemaduras mientras que el perímetro del fuego ya supera los 100 kilómetros. El incendio ha dejado un paisaje devastador y casi 1500 bomberos trabajan sobre el terreno. Dos aviones españoles ayudan a sofocar las llamas. Un total de 300 personas están desaojadas y el trabajo de los voluntarios es fundamental porque toda ayuda es importante. Seis días de auténtica pesadilla que por el momento continúa activa.