Sangría de expulsiones y cierres de consulados en Rusia sin precedentes

La siguiente semana comienza la mayor operación salida desde los tiempos de la Guerra fría. Cerca de 250 diplomáticos rusos, estadounidenses y europeos entre los que ya hay dos españoles tendrán que abandonar sus destinos y regresar a sus países de origen. Han sido declarados personas non gratas por realizar actividades incompatibles con su estatus diplomático, que en lenguaje coloquial es lo mismo que llamarles espías y echarles del país.

La crisis diplomática se desató tras el intento de asesinato del agente doble ruso Serguei Skripal y su hija a principios de este mes con un gas nervioso en Reino Unido. Un atentado con armas químicas que, desde Londres, atribuyen a Moscú y a dicha acusación se han sumado Estados Unidos, Australia y 16 países de la Unión Europea, entre los que se encuentra España, que ha ordenado expulsar a dos diplomáticos rusos en nuestro país por el caso Skripal.

Sin embargo desde Moscú, además de negar cualquier relación con este intento de asesinato, se muestran indignados porque se les está acusando sin presentar ninguna prueba e insinúan que el gas nervioso utilizado contra Skripal y su hija pudo ser fabricado en la República Checa y no en Rusia como dicen los británicos.

El Kremlin ha asegurado que su respuesta a las represalias occidentales serán reciprocas, algo así como ojo por ojo, espía por espía.