Atentado en familia: unos padres explosionan una bomba cuando iban con sus hijos

En Surabaya, Indonesia, el terrorismo yihadista ha vuelto a instaurar terror y dolor. Las imágenes, les advertimos, son muy duras. Es la segunda familia, con niños muy pequeños, que perpetra en apenas 48 horas, un atentado suicida.

La policía da el alto a esta familia que se aproxima en dos motos. No se distingue bien, pero a bordo van los padres y sus tres hijos. La pequeña, de tan solo ocho años, es la única que sobrevive a la detonación de los explosivos accionados por sus padres.

Su testimonio, cuando se recupere, será de gran ayuda, explica la Policía. Ahora se investiga sus vínculos con esta otra familia -aparentemente normal- que ayer atentó contra tres iglesias cristianas en la misma localidad, Surabaya, la segunda ciudad de Indonesia.

Las autoridades investigan también la explosión de una bomba en una vivienda del sur de la ciudad, ocupada por un matrimonio y sus cuatro hijos. Cuando los agentes llegaron dispararon al padre, con un detonador en la mano.

Atentados en familia que dejan en shock a una población que sigue sin entender cómo unas personas "bien, de clase acomodada" se radicalizan de tal forma que son capaces de sacrificar a sus hijos. Y lo hacen coincidiendo con el inicio -el jueves- del Ramadán, mes sagrado en el que según los terroristas del ISIS, los ataques a los infieles reciben una mayor recompensa.