La UE se moviliza por la Marcha del Orgullo en Budapest: el evento sigue en pie pese a las amenazas de Orbán

La UE se moviliza por la Marcha del Orgullo en Budapest: el evento sigue en pie pese a las amenazas de Orbán
Orban ha prohibido la Marcha del Orgullo en BudapestEuropa Press
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BudapestParte del Gobierno de Pedro Sánchez pone hoy rumbo a Budapest tras finalizar la cumbre de la OTAN. La capital húngara se convierte este fin de semana en la capital del orgullo europeo. El alcalde de la ciudad ha prometido seguir adelante con la fiesta del Orgullo Gay a pesar de las amenazas del presidente ultraconservador, Viktor Orbán, quien ha prohibido estas marchas LGTBI.

Budapest se prepara para ser escenario el sábado de la Marcha del Orgullo prohibida por la Policía. Pese a que había sido convocada por el alcalde, el primer ministro, el ultraconservador Viktor Orbán, advierte a los asistentes que "cumplan la ley" porque, si no lo hacen, "deberán asumir las consecuencias legales". "Si alguien se presenta (en la marcha) en vestimenta insuficiente es algo que no se puede hacer, que tendrá consecuencias legales", resaltó.

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"El orgullo ya no existe porque va en contra de un desarrollo sano", según Orbán

El Gobierno de Orbán veta el desfile del Orgullo LGTBI con una controvertida ley que esgrime la protección de la infancia. "El orgullo ya no existe porque va en contra de un desarrollo sano", asegura el presidente. La presidenta de la Comisión Europea, Úrsula von der Leyen, le recuerda que el derecho de reunión es un derecho fundamental que debe ser respetado por todos los Estados miembros y pide que se permita la celebración sin miedo a sanciones.

Desde España viajan a Budapest la vicepresidenta Yolanda Díaz o el ministro de Cultura, Ernest Urtasun. La ministra de Igualdad, Ana Redondo, no podrá acudir como tenía previsto por la cancelación de su vuelo. El alcalde de Budapest, Gergely Karácsony, proclama que "ni la libertad, ni el amor ni el orgullo pueden prohibirse". Asegura que este evento, al ser municipal, no necesita la autorización previa de las autoridades, pero la Policía no está de acuerdo y prohíbe la fiesta que atraerá a cientos de personas que celebrarán el amor pese a las advertencias de Orbán.