"Atacar el turismo daña la imagen de España, conduce a menos empleo, a menos riqueza y no ofrece ninguna alternativa." Así ha explicado su posición el presidente del Ejecutivo español, Mariano Rajoy al referirse a los ataques a empresas del sector y a las críticas a las consecuencia de un exceso de visitantes en las ciudades españolas. Rajoy ha asegurado que estos ataques solo benefician a "gente muy radicalizada" que se siente más cómoda en las malas noticias".