Las 7 fiestas de primavera para disfrutar y recorrer España

Cada rincón de nuestro tapiz ofrece una manera distinta de celebrar esta época del año
A través del folclore, la música, la gastronomía o el ritual, España despliega en esta estación su enorme diversidad cultural y emocional
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MadridCon la llegada de la primavera, España se transforma en un país de celebraciones donde la tradición, la naturaleza y la cultura popular se funden en una sucesión de festividades únicas. Desde el fervor andaluz de la Feria de Abril, hasta la mística explosión floral del Valle del Jerte, cada rincón de nuestro tapiz ofrece una manera distinta —y profundamente arraigada— de celebrar esta época del año.
Feria de Abril (Sevilla)
Una de las citas imprescindibles del calendario festivo español. Esta celebración, que tuvo su origen en una feria ganadera en 1847, se ha convertido en una explosión de color, música y tradición. Las casetas —espacios efímeros decorados con mimo— acogen sevillanas, jamón ibérico, manzanilla y largas jornadas de alegría compartida. Se trata de una fiesta que moviliza a más de un millón de personas cada año, y que este año se celebra del 6 al 11 de mayo.
Fiestas de Primavera (Murcia)
Declaradas de Interés Turístico Internacional, tienen lugar justo después de Semana Santa. En concreto del 21 al 27 de abril durante este 2025. El Bando de la Huerta y el Entierro de la Sardina son sus principales actos. El primero es un homenaje a la cultura agrícola murciana con miles de personas vestidas con trajes tradicionales. El segundo, una mezcla de carnaval y fuego, representa simbólicamente el fin del invierno. El portal de Turismo de la Región de Murcia detalla que estas celebraciones atraen a más de 500.000 visitantes anuales.
Floración del Valle del Jerte (Cáceres)
El espectáculo natural del millón y medio de cerezos en flor se ha convertido en una de las estampas más reconocidas de la primavera en la península. El fenómeno, que dura apenas diez días entre marzo y abril, se acompaña de la Fiesta de la Primavera y el Cerezo en Flor, declarada de Interés Turístico Nacional. Se trata de un momento con un gran potencial ecoturístico y cultural, combinando rutas de senderismo, mercados artesanales y actividades al aire libre.

Moros y Cristianos (Alcoy, Alicante)
Del 22 al 24 de abril, Alcoy revive sus raíces medievales con una de las recreaciones históricas más espectaculares de España. Con origen en el siglo XVI, esta fiesta conmemora las batallas entre moros y cristianos mediante desfiles, trajes majestuosos y escenificaciones bélicas. El Ministerio de Cultura la reconoce como una de las celebraciones más antiguas y completas del país.
Fiesta de La Folía (San Vicente de la Barquera, Cantabria)
Esta celebración marinera se remonta al siglo XV y conmemora la llegada de la Virgen de la Barquera a bordo de una embarcación sin tripulación. La procesión marítima es el corazón del evento, que combina devoción religiosa y cultura popular el domingo 27 de abril. Declarada de Interés Turístico Nacional, destaca por su autenticidad y su fuerte conexión con las tradiciones del norte.
Cruces de Mayo (Granada)
Cada 3 de mayo, Granada se llena de flores y color con sus tradicionales Cruces de Mayo. Plazas, patios y calles se decoran con cruces florales rodeadas de elementos típicos como mantones, cerámica o guitarras. Además del valor ornamental, se organizan concursos, actuaciones musicales y bailes populares. Se trata de una festividad que combina religiosidad y folclore de manera única.

Hogueras de San Juan (Alicante)
Aunque se celebran a finales de junio, las Hogueras marcan el final simbólico de la primavera. Del 20 al 24 de junio, Alicante rinde culto al fuego con monumentos satíricos, desfiles, mascletàs y verbenas. La Nit de la Cremà, donde se queman las estructuras artísticas en grandes hogueras, es un clímax festivo de carácter catártico. spain.info la reconoce como una de las fiestas más intensas del calendario español (fuente).
Una primavera de lo más festival
Cada una de estas fiestas ofrece una forma diferente de entender la primavera: como celebración del paisaje, de la identidad o del paso del tiempo. A través del folclore, la música, la gastronomía o el ritual, España despliega en esta estación su enorme diversidad cultural y emocional. Más que fechas en el calendario, son experiencias que conectan con lo esencial: el gozo compartido, la memoria colectiva y la promesa cíclica del renacer.