Consumo

Cuánto deberías gastar al mes en el supermercado, según el tamaño de tu familia

Una persona hace la compra. Fernando Sánchez - Europa Press - Archivo
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En un momento en el que llenar el carro de la compra exige no solo presupuesto, sino de cierta estrategia, conviene preguntarse si existe una fórmula fiable y realista para estimar cuánto debería gastar una familia al mes en el supermercado. La respuesta, aunque no es una fórmula matemática, sí tiene anclaje estadístico y permite establecer un umbral orientativo que ayuda a controlar el gasto y detectar posibles excesos o ineficiencias.

Según datos del Instituto Nacional de Estadística, en 2023 el gasto medio mensual en alimentación en los hogares españoles fue de 421 euros, una cifra que supone un incremento sustancial respecto a los 357 euros de 2019 y que, lejos de estabilizarse, ha seguido al alza en los primeros meses de 2025. Esta media, sin embargo, incluye hogares unipersonales, parejas, familias numerosas y realidades muy distintas, por lo que no resulta útil si no realizamos una adaptación proporcional

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La Organización de Consumidores y Usuarios, por su parte, estima que una familia tipo gasta en torno a 6.400 euros al año en llenar la despensa, lo que se traduce en más de 530 euros al mes. Esa cifra se corresponde, según la portavoz de la entidad Itziar Fernández, con un consumo normal sin excesos, aunque sin renunciar a productos frescos de calidad.

Un presupuesto que crece con cada miembro, pero no de forma lineal

La lógica podría dictar que, a más personas, más gasto. Pero no siempre funciona de forma lineal. Mientras que un hogar unipersonal puede necesitar unos 250 a 300 euros mensuales, una pareja ronda los 380-400 euros, y una familia de tres miembros se sitúa en torno a los 450. Las familias de cuatro personas suelen gastar entre 500 y 550 euros al mes, según estimaciones recogidas por OCU. 

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Lo interesante es que, a partir del cuarto miembro, el gasto no se multiplica por cabeza: el aprovechamiento de las compras a granel, la economía de escala y la repetición de ingredientes hace que, por ejemplo, una familia numerosa de cinco o seis miembros no consuma el doble que una de tres.

Esa elasticidad en el presupuesto es clave para establecer límites. Si tu familia de tres personas gasta 600 euros al mes de forma habitual, es que algo no encaja. Un informe reciente advierte que muchas familias infraestiman el impacto de los “pequeños extras”: snacks, bebidas azucaradas, platos precocinados o duplicidades innecesarias en la despensa. A ello se suma que las compras sin lista previa pueden incrementar el ticket mensual hasta en un 20%.

Por tanto, calcular el gasto ideal no implica solo dividir una media nacional por el número de personas. Implica asumir un enfoque realista y ajustado al estilo de vida familiar, el tipo de productos que se consumen (frescos vs. procesados), y la elección del supermercado. No es lo mismo comprar en una gran cadena con marca blanca asequible, que en comercios gourmet de barrio. Según la última comparativa de la OCU, la diferencia anual entre comprar en el establecimiento más caro y el más barato puede superar los 1.200 euros.

Planificación, lista cerrada y supermercado estratégico: las tres claves

Una vez conocido el umbral razonable de gasto según el tamaño del hogar, el siguiente paso es planificar. El primer error, tan frecuente como evitable, es acudir varias veces por semana al supermercado sin una lista concreta. Cada visita incrementa el riesgo de adquirir productos innecesarios. La planificación semanal, con un menú aproximado y una lista cerrada, no solo reduce el gasto sino que optimiza el tiempo y minimiza el desperdicio.

La elección del supermercado también es decisiva. Mientras que cadenas como Mercadona o Lidl siguen figurando entre las preferidas por los consumidores españoles, otras como Alcampo o Family Cash han escalado en los últimos años posiciones en los estudios de satisfacción gracias a una mejor relación calidad-precio y un surtido competitivo en marcas blancas. Apostar por marcas del distribuidor puede suponer un ahorro del 35 al 45% en productos equivalentes, sin pérdida sustancial de calidad. Además, conviene evitar el autoservicio diario: cuando el acceso a productos es inmediato, también lo es la tentación.

Finalmente, controlar el gasto exige seguimiento. Comparar el importe mensual actual con el presupuesto teórico según el tamaño del hogar no solo te permitirá identificar desviaciones, sino detectar malos hábitos. ¿Comes fuera más de lo que crees? ¿Has sustituido fruta fresca por zumos industriales? ¿Tienes productos duplicados que no consumes? Todo ello influye.

En definitiva, que no se trata de convertir la compra en una operación quirúrgica, ni de vivir con austeridad forzada, sino de entender los márgenes reales de gasto según la composición familiar y usarlos como referencia. Con una media nacional ya por encima de los 530 euros para familias de cuatro personas, controlar el presupuesto doméstico requiere algo más que intuición. Se necesita método, revisión crítica y, sobre todo, información fiable. Y ahí es donde un cálculo consciente puede marcar la diferencia entre llegar a fin de mes o ir acumulando céntimos invisibles que, sumados, pesan. Mucho.