Vivienda

¿Puede un hermano obligar a otro a vender una vivienda heredada?

Gestionar la venta de una vivienda heredada puede traer conflictos
Gestionar la venta de una vivienda heredada puede traer conflictosFreepik
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Cuando fallece una persona, lo más común es que sus bienes pasen a sus hijos, en caso de tenerlos. Entre estos bienes, suele encontrarse la casa familiar que plantea la difícil decisión de qué hacer con esa vivienda. En algunos casos, los herederos llegan a un cordial acuerdo sobre el uso que se va a dar a esa propiedad. Sin embargo, en otros, el acuerdo no llega, ya que algunos quieren vender y otros no. En este último caso, ¿podría un hermano obligar a otro a vender una propiedad heredada?

Según el Consejo General de Notariado sí, un heredero podría obligar a otro a vender una vivienda, ya que para ello se ejercería la acción de división. Para conseguir esto, habría que recurrir a los Tribunales, por lo que se suele aconsejar siempre llegar a un acuerdo antes de iniciar cualquier procedimiento.

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Cuando se recurre a los tribunales, puede desembocar en la subasta de la vivienda, algo que suele pasar en la mayoría de los casos. Una vez subastada, se repartirá entre los herederos el dinero que se ha obtenido por la venta de esa vivienda. Pero, esta acción debería tomarse en última instancia, ya que hay otras alternativas mejores.

¿Qué opciones se tienen para la venta de una vivienda si uno de los hermanos se opone?

Cuando se quiere vender una vivienda es necesario que los propietarios de la misma estén de acuerdo con la operación y se firme una escritura de compraventa. Si uno de los titulares no está de acuerdo, no se podrá vender la propiedad, ya que es necesaria su firma.

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El hermano que no quiere vender se queda la casa

Podría darse el caso que un hermano que no quiere vender la casa, decida quedársela. Para ello, el heredero que se opone a la venta podría comprar al resto de hermanos su parte de la vivienda para que la propiedad sea suya en su totalidad. Para poder conseguir esto, el artículo 1.062 del Código Civil estipula que deberá pagar a cada uno de los herederos la parte que corresponda. Una vez hecha esta transacción, la vivienda familiar pasaría a su propiedad.

Vender a terceros

Esta opción es viable para aquellos hermanos que quieren vender su parte, pero no se opta a la propiedad completa. Por ello, se puede optar a vender su participación a terceros. Esta solución permite a los herederos que quieren mantener su propiedad hacerlo, y a los que desean liquidar su parte también, aunque, han de saber que el precio que se pagará por la esta parte de la propiedad va a ser potencialmente más bajo que si se vendiera en su totalidad.

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Subasta voluntaria

También puede pasar que los herederos quieran vender la vivienda pero que haya discrepancias en cuanto al precio de venta de la propiedad. En ese caso lo mejor es optar por una subasta voluntaria.

Esta subasta sería una opción más sencilla y sin pasar por tribunales, ya que los herederos se pondrían de acuerdo para realizarla. Estas subastas se suelen regular por la Ley de Jurisdicción Voluntaria, y para iniciar el proceso, los herederos deben realizar una tasación de la vivienda y acudir al juzgado. Este método también requiere de un consenso sobre cómo se va a llevar a cabo la subasta y cuál sería el precio mínimo que se aceptaría.

Hay que tener en cuenta que, en muchas ocasiones, al realizar la adjudicación no siempre se consigue el precio establecido. Cuando pasa esto hay dos opciones, aceptar lo que se oferta o parar la subasta.

Mediación

Antes de recurrir a los tribunales, es aconsejable considerar la mediación. Este es un proceso que involucra a un mediador neutral que ayuda a los herederos a alcanzar un acuerdo amistoso sin la necesidad de pasar por el juzgado. Esta mediación puede ser una forma efectiva de resolver los desacuerdos que se puedan provocar y preservar las relaciones familiares. que en muchos casos se pueden ver afectadas negativamente por disputas legales, sobre todo, si éstas se alargan en el tiempo por no llegar a un acuerdo.

En estos casos, dado que las propiedades traen consigo un valor sentimental grande, además del valor que pueda tener la vivienda, se recomienda a los herederos que agoten todas las opciones de acuerdo mutuo antes de plantearse recurrir a acciones legales por no llegar a un acuerdo. Las opciones anteriormente mencionadas permiten una flexibilidad para resolver este conflicto familiar sin llegar a mayores.

No obstante, aunque legalmente sí que es posible obligar a un hermano a vender una propiedad heredada utilizando procedimientos judiciales que pueden conseguir que la relación fraternal se vea gravemente dañada, y que tenga unos costes financieros elevados para todas las partes. Es aconsejable siempre, recurrir al diálogo y al acuerdo, para entender cada una de las posiciones para así, conseguir un pacto que beneficie a todos los herederos.