¿Declaración de la Renta conjunta o por separado? El error que muchos matrimonios cometen
No hay una respuesta universal sobre si es mejor declarar juntos o por separado
Eso sí, fiarse de la intuición o de la costumbre puede salir caro
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MadridCada año, miles de matrimonios españoles se enfrentan a una misma disyuntiva fiscal: ¿es más beneficioso presentar la Declaración de la Renta de forma conjunta o individual? Lejos de ser una cuestión meramente administrativa, la elección puede suponer una diferencia de cientos de euros en el resultado final. Y, sin embargo, muchas parejas siguen optando por una modalidad u otra sin realizar los cálculos adecuados, incurriendo en uno de los errores más comunes durante la campaña del IRPF.
¿Quién puede presentar una declaración conjunta?
Tal y como recuerda la Agencia Tributaria, sólo las unidades familiares pueden optar por la tributación conjunta. En términos fiscales, una unidad familiar se compone de los cónyuges no separados legalmente y, si los hubiera, los hijos menores de edad o mayores incapacitados judicialmente que convivan con ellos. Sin embargo, en caso de separación o divorcio, uno de los progenitores podrá hacer declaración conjunta con los hijos si estos dependen exclusivamente de él o ella.
Las parejas de hecho, aunque tengan hijos en común, no pueden presentar declaración conjunta como pareja. En estos casos, solo uno de los dos puede optar por incluir a los hijos en su unidad familiar.
Ventajas fiscales de la declaración conjunta
Presentar la renta de forma conjunta puede permitir acceder a determinadas reducciones en la base imponible:
- En el caso de matrimonios, la reducción general es de 3.400 euros anuales.
- Para unidades monoparentales, la reducción es de 2.150 euros.
Estas reducciones pueden marcar una diferencia significativa en el resultado a ingresar o devolver, especialmente cuando uno de los cónyuges tiene ingresos muy bajos o nulos.
¿Cuándo interesa presentar declaración conjunta?
La opción conjunta suele ser recomendable cuando uno de los cónyuges no trabaja o sus ingresos no superan el mínimo exento. En este caso, la reducción de 3.400 euros puede generar una devolución considerable. También es recomendable si hay hijos menores y uno de los progenitores no tiene ingresos, como en el caso de algunas unidades monoparentales.
Se busca evitar que un contribuyente entre en un tramo impositivo superior, algo que puede lograrse al sumar los ingresos y aplicar la progresividad del IRPF de manera más equilibrada.
Por el contrario, la tributación individual suele ser más ventajosa cuando ambos cónyuges tienen ingresos similares y superiores al mínimo exento. En este caso, la suma conjunta puede situar a la pareja en un tramo de IRPF más alto, elevando la factura fiscal. De la misma forma, también lo es cuando ambos quieren aplicar deducciones individuales, como las relacionadas con aportaciones a planes de pensiones o inversión en vivienda habitual, que tienen límites por contribuyente.
Además, si uno de los cónyuges tiene derecho a deducciones que el otro no puede aplicar, presentar por separado puede optimizar los beneficios fiscales totales.
El error más habitual: no simular ambas opciones
Según los técnicos del sindicato de Hacienda (Gestha), uno de los errores más frecuentes que cometen los matrimonios es elegir la modalidad de declaración sin haber comparado previamente los resultados. Muchas parejas presentan la renta como lo han hecho en años anteriores sin revisar si su situación fiscal o familiar ha cambiado.
La Agencia Tributaria permite simular el resultado de la declaración a través de su programa Renta WEB antes de presentarla. Esta herramienta compara automáticamente ambas opciones —conjunta e individual— y muestra cuál resulta más favorable. No utilizar esta función es, en muchos casos, una renuncia gratuita a posibles ahorros.
Otro aspecto que puede influir es el juego de los mínimos personales y familiares. En la declaración conjunta, solo se aplica un mínimo personal, mientras que en las individuales, cada miembro puede aplicar el suyo. Esto puede resultar más favorable si ambos cónyuges tienen rentas elevadas. Asimismo, algunas deducciones —como las aplicables a la maternidad, guardería o familia numerosa— pueden perderse o verse reducidas al presentar de forma conjunta si uno de los cónyuges no cumple los requisitos individualmente.
La declaración de la renta, mejor con calculadora que con costumbre
No hay una respuesta universal sobre si es mejor declarar juntos o por separado. Todo depende de los ingresos, las circunstancias familiares, las deducciones aplicables y los tramos impositivos. Lo que sí es seguro es que fiarse de la intuición o de la costumbre puede salir caro.
La recomendación es clara: antes de confirmar el borrador, simular ambas opciones en Renta WEB, consultar con un asesor si tienes dudas y tener en cuenta que, como en tantas decisiones fiscales, lo que conviene a uno puede no servirle a otro. Evitar este error común puede ahorrarte más de un disgusto con Hacienda —y, de paso, unos cuantos euros en la declaración.
