Xavi Puig, cofundador de El Mundo Today: “Los límites del humor son los de la convivencia”

Miguel Manso en su entrevista con Xavi Puig.. Cuatro
  • Puig denuncia la "tiranía del desparpajo": “Es un populismo cómico que sigue la lógica de ‘si te has reído conmigo, aceptas mi tesis"

  • El humorista publica ‘Hacer Reír’, una defensa de la comedia como arte mayor y brújula cívica en la era del algoritmo

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Xavi Puig (Barcelona, 1982) es el cofundador y codirector del medio satírico ‘El Mundo Today’. Acaba de publicar en Debate el ensayo ‘Hacer reír. Sobre el humor, la creatividad y la cultura’. Puig, quien es licenciado en Filosofía y en Comunicación Audiovisual, llega a este ensayo con la autoridad del creador que conoce el oficio y del lector que ha consultado las bibliotecas adecuadas.

La obra reivindica la comedia no solo como arte mayor, sino también como una brújula cívica esencial para orientarse en el presente caracterizado por la polarización, el algoritmo y la confusión entre sátira y noticia. “Los límites del humor son los de la convivencia”, explica en una entrevista con Noticias Cuatro.

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El libro se inserta en un presente convulso y propone una "gramática" para entender qué se debe, qué se puede y qué no debe pedirse hoy a la risa. La sátira vive rodeada de contradicciones, ya que las plataformas y los algoritmos han transformado el chiste en un mero "combustible de atención".

Paralelamente, una parte de la conversación pública exige a la comedia que cumpla funciones simultáneas de periodismo, educación moral y descompresión emocional. Puig escribe para creadores, consumidores de comedia, y para una ciudadanía que ya no sabe si reírse es un acto de resistencia, un alivio o una provocación. El ensayo es un mapa de urgencia escrito desde dentro del oficio, que devuelve al humor su potencia artística sin ignorar su responsabilidad cívica.

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Una de las discusiones contemporáneas más desgastantes es la referente a los límites del humor. Puig aborda este tema sin victimismo ni solemnidad, recordando que herramientas de la comedia, como el sarcasmo, nacen en terrenos ásperos, y su etimología remite a "morder la carne".

El autor utiliza el marco conceptual de la ética del discurso de Habermas para señalar que no todos los actos de habla se juzgan de la misma manera, ni todas las medidas de lo decible son las mismas en la ficción que en la información. Exigir "rectitud" a una sátira como si fuera un reportaje produce debates estériles. Puig defiende que el criterio profesional del humorista incluye valorar ante quién y desde dónde se cuenta un chiste, y subraya que la sátira no nació para administrar equilibrios, sino para tensar costuras, rechazando el "empate perpetuo".

El ensayo examina las trampas del presente, como lo que Puig denomina la "tiranía del desparpajo", que se manifiesta como un populismo cómico que sigue la lógica de "si te has reído conmigo, aceptas mi tesis". Puig ve el cinismo contemporáneo como una "anemia estética" y el recurso del humorista "acomplejado" e "incapaz de entender la comedia como un juego colaborativo".

También aborda la paradoja de que la sátira se haya convertido en una fuente de autoridad no prevista ante la erosión de la confianza en los medios. Advierte del riesgo de que el cómico se vea empujado a "sentar cátedra" justo cuando su eficacia depende de la ambigüedad del juego, aunque recalca que la sátira no puede ni debe sustituir al periodismo.

Frente a la tiranía de la inmediatez y el algoritmo que premia el "clic" y el gesto frontal, ‘Hacer reír’ reivindica el valor del tiempo creativo. El libro propone una guía de supervivencia para un ecosistema que lo mide todo en términos de alcance, defendiendo una ética profesional que requiere proteger la fase expresiva de contaminaciones externas, como la obediencia al algoritmo.

La visión utilitarista del arte pide a cada obra un rendimiento medible, pero Puig, apoyándose en la crítica de Susan Sontag, defiende la autonomía de la comedia. El propósito final es devolver a la comedia el derecho a no ser utilitaria, recordando que su valor no se agota en el número de clips virales.