Entrevistas

Jesús Ruiz Mantilla, sobre Franco: “En realidad, creo que nunca se ha ido del todo”

Jesús Ruiz Mantilla, sobre Franco: “En realidad, creo que nunca se ha ido del todo”
En su libro el escritor examina la figura de Francisco Franco y su persistente influencia en la vida del autor y su generación. IMAGEN: Noticias Cuatro
  • En el 50 aniversario de la muerte del dictador, el escritor y periodista publica ‘Franco y yo’

  • Combina memorias e historia, con documentos inéditos del archivo personal de José María Castañé

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El libro ‘Franco y yo’, escrito por Jesús Ruiz Mantilla (Santander, 1965) y publicado por Galaxia Gutenberg en mayo de 2025, examina la figura de Francisco Franco y su persistente influencia en la vida del autor y su generación. El dictador, a pesar de llevar mucho tiempo bajo tierra, sigue presente con una “grave pesadez” que el autor necesita usar como argumento para explicarse muchas cosas, ya sea para deshacer su estela o para asumirla como parte innegociable de su camino. Franco representa un trauma generacional, visto por muchos como un orgullo y un salvador, pero por otros como un asesino, una desgracia, y una tiniebla. “En realidad, creo que nunca se ha ido del todo”, explica en una entrevista con Noticias Cuatro.

El narrador, periodista de El País, pertenece a una generación que se formó nadando en dos orillas. Por un lado, estuvo atada a la oscuridad, "perfumada de incienso y cimbrea-da a base de misas, rosarios", con ecos de familiares que mezclaban el “Cara al sol” con canciones populares como las de Raphael o Nino Bravo. Pero esta misma generación, nacida poco antes o después del final del régimen, también abrió la ventana de la libertad y tomó aire de la naciente democracia, inspirada por letras de Joan Manuel Serrat o Luis Eduardo Aute. Tuvieron que aprender de cero, entre el temor al regreso de los fantasmas de la guerra y la apuesta rotunda por otro futuro, sintiendo el infierno como una posibilidad fratricida en cada esquina.

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A través de la experiencia del autor, se exploran las múltiples facetas del dictador. Franco demostró una notable ambición, labrando su leyenda en Marruecos y ascendiendo de alférez a general, llegando a ocupar el puesto 251 en su promoción, pero llegando a ser el primero entre 312 licenciados en llegar a general. Su personalidad, según el análisis grafológico de sus escritos, mostraba una tendencia a la ira, mucha irritabilidad y mal genio, así como una marcada frialdad y un bloqueo afectivo constante.

Documentos con detalles poco conocidos de Franco

Un recurso crucial para esta exploración es el vasto archivo de historia contemporánea de José María Castañé. Gracias a estos fondos, el autor pudo examinar documentos que revelan detalles poco conocidos de Franco, como su sueldo en noviembre de 1935 como Jefe del Estado Mayor, que ascendía a 2.429,98 pesetas, equivalentes a 5.261,80 euros de hoy. También se detalla su faceta como escritor con pseudónimos, como Jakim Boor, identidad que eligió para despacharse contra la masonería y otros enemigos que consideraba responsables de los males de España.

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El ascenso de Franco a Generalísimo y Caudillo se produjo de manera calculada. Tras el golpe de 1936, Franco se propuso una "operación segura en la que sentirse imprescindible", utilizando la muerte de José Antonio Primo de Rivera para heredar la estructura de Falange y construir la ideología del franquismo -una mezcla de falangismo, tradicionalismo y principios religiosos-. Esta doctrina, regida por militares y la Iglesia, le permitió consolidar un poder que él consideraba absoluto, siendo responsable "ante Dios y ante la Historia".

Finalmente, el autor refleja que, aunque el régimen terminó con la muerte de Franco en 1975, su sombra y la de sus enemigos combatidos, como la masonería, persisten. El narrador continúa en un diálogo constante con el dictador, incluso en sueños, donde Franco aparece de uniforme o disfrazado de civil y le hace preguntas cruciales. Este empeño por desentrañar la historia colectiva sirve como un intento de exorcismo personal y generacional, buscando una España despierta y fuerte, capaz de abrazar la libertad y que no caiga de nuevo en los errores del pasado. "La historia es como un espejo retrovisor: no se puede conducir mirándolo fijamente, pero si se ignora, no se comprende el camino recorrido”, explica