Publica su primera obra narrativa, ‘El deporte en la literatura’
“El deporte puede describir la historia de la humanidad”, explica
¿Puede la literatura hablar del deporte sin perder profundidad? ¿Qué tienen en común un boxeador y un poeta? ¿Por qué el fútbol se ha convertido en una religión laica? Estas son algunas de las preguntas que atraviesan ‘El deporte en la literatura’ (Espasa), un ensayo erudito y apasionado que recorre más de veinte siglos de historia cultural a través de las huellas que el deporte ha dejado en los textos de grandes escritores.
Su autor es Enrique Arnaldo Alcubilla, magistrado del Tribunal Constitucional, que se declara lector “voraz y febril”. Es un profundo conocedor del mundo deportivo, tanto desde la perspectiva legal -presidiendo el Tribunal Administrativo del Deporte y colaborando con la Federación Española de Fútbol-, como desde su afición personal, especialmente al fútbol, el golf y el pádel. Ahora rinde homenaje a sus dos pasiones: el deporte y la literatura.
“El deporte existe desde que el mundo es mundo. El deporte puede describir la historia de la humanidad”, explica el magistrado en una entrevista con Noticias Cuatro.
Desde los atletas de la Grecia clásica hasta el fenómeno del fútbol como espectáculo global, Enrique Arnaldo recoge con rigor un mosaico de referencias literarias, históricas, filosóficas y sociales. La obra, dividida en capítulos temáticos y cronológicos, permite al lector redescubrir clásicos y contemporáneos bajo una nueva luz: la del deporte como metáfora de vida, como construcción identitaria, como reflejo de tensiones políticas o como campo de valores. “Con el deporte bien entendido aprendemos a respetar al adversario y el trabajo en equipo”, opina Arnaldo.
La obra invita tanto a lectores cultos como a aficionados al deporte a dialogar con la tradición literaria desde un lugar insólito: el cuerpo en movimiento. La tesis central de ‘El deporte en la literatura’ es que el deporte no solo ha estado presente en todas las civilizaciones como práctica física o fenómeno social, sino que también ha sido una constante fuente de inspiración, reflexión y construcción simbólica en la literatura.
No hay oposición entre el cuerpo y el espíritu: deporte y literatura comparten la búsqueda del equilibrio, el deseo de superación, el afán de belleza y la construcción de identidad. A través del análisis de decenas de textos y autores, el ensayo propone que el deporte forma parte de la cultura en su más amplio sentido, y que el desprecio tradicional de las élites intelectuales hacia lo deportivo no solo es injustificado, sino históricamente falso. En el fondo, la literatura y el deporte se necesitan: una para narrar y dar sentido a la gesta; la otra para encarnarla.


