A Rym le ha encantado conocer a la madre de Simbo y saber que su pretendiente era un romántico y un conquistador cuando era tan solo un niño de seis años. A Simbo le gustaba una niña de su colegio y se atrevió a pedirle matrimonio con anillo y todo. Sin embargo, el pretendiente se ha puesto muy serio al ver las imágenes de su infancia y nos ha contado que él no ha tenido una infancia feliz porque sus padres pertenecen a otra cultura y no han tenido tiempo para darle todo el cariño que necesitaba en cada momento. Un cariño que Rym está dispuesta a darle y que le ha llevado a sacarle a bailar y darle un montón de abrazos.