Esperanza Aguirre pedía disculpas por su infracción, aparcar mal: “Estuve un minuto en el cajero donde paré, hice muy mal, pido disculpas, cometí una infracción. En ese momento me pusieron una multa”. Matizaba que un agente de movilidad le pidió la documentación del coche, algo que ella le dio y desmentía que se hubiera marchado antes de ser multada: "No es cierto que mientras me ponía la multa me fui”. Continuaba diciendo que le pidieron de nuevo parte de la documentación y decía: “Yo había cometido una infracción de aparcamiento, imagínese usted que yo hubiera arrollado a un peatón, estaría ahora peor que Bolinaga”.
“Están diciendo que me he dado al a fuga arrollando a un policía”, se quejaba Aguirre y seguía narrando que, cuando el agente le pidió que esperara para darle la copia de la denuncia, ella sabía que no era necesario: “Le digo ‘no me interesa, tengo prisa, llevamos 20 minutos y estamos interrumpiendo el carril bus en el sitio más centro de Madrid, vamos a ponernos por lo menos ahí en la esquina. Ah no, eso le importa un bledo a los agentes de movilidad”.
Basándose en el atestado de lo ocurrido, Jesús Cintora preguntaba a Aguirre pero ella aseguraba que no quería discutir el atestado sino dar su versión y reiteraba: “Lo que dice la policía local, que yo me di a la fuga mientras me ponían la multa es falso, como es falso lo discutiré donde sea, ya he oído que usted me quiere condenar a cuatro años de cárcel o más”, decía en alusión a un vídeo emitido en el programa en el que se planteaban toads las posibles repercusiones de lo sucedido; “no, yo no le quiero condenar a nada, intento hacerle preguntas con la mayor humildad basadas, por ejemplo, en el atestado”.
En cuanto a si arrolló o no una moto, Aguirre matizaba: “Lo que hice fue rozar una moto”. Es más, apelaba a que todo se puede comprobar por lo que grabaran las cámaras, tanto de seguridad como de los viandantes que en ese momento estaban en la calle.
También negaba que los agentes, ya en marcha, se hubieran puesto a la par con su coche cuando se dirigía a su casa: “Todas las calles de la Gran Vía a mi calle son de un carril y no se pueden poner a la par”. Pero ¿por qué no paró si vio que le pedían que pararan de nuevo? “Le había dicho que no porque no tenía ningún interés la copia, soy abogada y sé que no hace falta firmar la copia no tenía por qué estar retenida”.
Cintora preguntaba de nuevo qué sucedería si las cámaras mostraban una versión diferente, Aguirre aseguraba que mostrarán lo que ella está contando y pedía que formulara una pregunta más: “Trato de preguntarle con la mayor humildad del mundo sin ningún mal rollo”, decía el presentador; “todos los espectadores y todos españoles saben el rollo suyo que de amor a Esperanza Aguirre no es exactamente”, replicaba ella.
Finalmente, Cintora le preguntaba si había pensado en dimitir aludiendo a lo que podrían pensar los ciudadanos. Cintora narraba lo ocurrido, Aguirre aseguraba que ya había hecho la pregunta y la llamada se interrumpía.
Minutos después, Esperanza Aguirre intervenía de nuevo y aclaraba que se había cortado. Continuaban las preguntas en base a lo recogido en el atestado: “¿A usted le interesa lo que digo yo o no? Me ha preguntado si voy a dimitir y le he contestado que no. La última pregunta”, pedía.
“¿Cree que en otro país esto supondría una dimisión?”, preguntaba después el presentador; “no, muchas gracias, continúe usted con su atestado policial, su versión y con su aversión a mí, gracias”; Cintora replicaba que no tiene ninguna aversión, le daba las gracias por haberles atendido pero, entonces, se acababa la llamada: “Y que vuelva a colgar de esta manera (…) Esto un dirigente político no es de recibo y planteo la pregunta puesto que Aguirre insiste en esta actitud, ella tiene un jefe, ¿Mariano Rajoy debería hacer algo en algo así? Pregunto”.