"Se retan un día y una hora en cualquier lugar para agredirse. Dentro del mundo de los grupos ultra existe, por un lado el hermanamiento entre distintas hinchadas que se conocen entre ellos y que comparten normalmente una ideología política, y luego existe una inimadversión manifiesta obsesiva con otros grupos ultras. Pero los líderes se reconocen, se relacionan. Entre los miembros de esta pelea había ultras de hasta cincuenta y tantos años de edad, de la vieja escuela, hay veteranos con grandes hojas de antecedentes policiales que han compartido celdas, que han compartido calabozos con los miembros de otras hinchadas y que tienen una relación de amor odio, pero de conocimiento en todo caso, desde hace muchos años", nos cuenta este hombre que pasó un año y medio infiltrado en uno de estos grupos.