Los mejores consejos para comer en la playa y no sufrir una intoxicación

  • Los expertos aconsejan ser cuidadosos a la hora de elegir qué metemos en la nevera

  • Es importante tener en cuenta qué alimentos son más sensibles a las altas temperaturas

  • Entre los 30 y los 37 grados, la mayoría de las bacterias encuentran la temperatura idónea para reproducirse

Ir a pasar todo el día a la playa es uno de los planes más clásicos del verano. Nevera, comida preparada y a echar las horas entre el mar y la arena. Eso sí, las dietas son absolutamente variadas. Cada uno tiene unas costumbres, una rutina y una alimentación que influyen directamente en aquello que metemos en nuestros tuppers.

Los expertos aconsejan ser cuidadosos a la hora de elegir qué metemos en la nevera y tener en cuenta qué alimentos son más sensibles a las altas temperaturas. Estos favorecen la proliferación de gérmenes patógenos. Y es que entre los 30 y los 37 grados, la mayoría de las bacterias encuentran la temperatura idónea para reproducirse.

Uno de esos alimentos es el huevo, algo que afecta directamente a comidas como la tortilla o la mayonesa. La salmonela puede aflorar pudiendo ocasionar un problema de salud. En verano abundan las indisposiciones y los vómitos. Parece que son por cambios de temperatura pero se deben a este tipo de parásitos. Las intoxicaciones aumentan un 25 por ciento estos meses respecto al resto del año.

El gazpacho y el salmorejo, entre las mejores opciones

Además, las comidas grasas o calóricas pueden provocar digestiones más lentas y pesadez. Por ello, apostar por alimentos refrescantes y ligeros siempre serán la mejor opción. Entre ellos se encuentran, por ejemplo, el gazpacho y el salmorejo. Eso sí, es importante abrirlo en el momento en el que se vaya a consumir.

Otra buena opción son las latas de conservas: sardinas, atún, mejillones o encurtidos como los pepinillos o las aceitunas. A esto podemos sumar la fruta sin cortar y los frutos secos para picar entre horas. Otras medidas a tener en cuenta son cocinar bien los alimentos de origen animal, usar envases herméticos, no consumir alimentos perecederos expuestos a temperatura ambiente y evitar las salsas con huevo.