“¿Tendrías una relación abierta?”. Una simple pregunta que para muchos podría haber resultado comprometedora, para Manuel y Ana fue un punto de unión en su cita. “Sí, y de hecho la tengo”, respondió él, a lo que ella añadió con una sonrisa: “¡Yo también!”.
Pese a tener algunas diferencias, como la propia Ana confesó, eran más las cosas que les unían que las que les separaban. De hecho, la vida nómada de Manuel, que le contó a su cita que tenía una furgoneta en la que había estado viviendo, hizo que ganara unos cuantos puntos: “Me gusta su capacidad de decisión”.
Ya en la decisión final, estas afinidades quedaron patentes: “Se me ha hecho corta la cita”, decía Manuel, algo que Ana confirmaba y que reafirmaron cuando ambos dejaron claro que querían tener una segunda cita para seguir conociéndose y hablar de todo lo que aun tenían pendiente.