Salvador es un romántico, le gusta el campo, salir poco… Y a Araceli le gusta el bullicio de la ciudad, salir de fiesta… No tienen nada que ver, no están de acuerdo ni en el fútbol y mucho menos en política.
Él vota a Vox y ella le ha pedido que no hablen del tema: “Me enciendo”. Pero sí han hablado y han tratado temas en los que piensan de forma radicalmente opuesta: el aborto, el matrimonio gay… Solo estaban de acuerdo en algo: en que todos somos iguales.
No es de sorprender que la cita terminara con un adiós definitivo.