Antonio no cree que su cita de ‘First Dates’ vea muertos, pero él duerme “sobre las urnas de mi familia”

Antonio tiene sexo sobre los restos mortales de su padre, su madre y su hermana: “Hay mujeres que se excitan mucho”
Antonio, al saber que Gemma ve cosas: “¿Tomas alguna medicación?”
Antonio, sobre el Día de Todos los Santos: “Saco las urnas a la terraza para que les dé el aire y les hago una foto”
El amor entre el Padre Karras y la novia de Frankestein no ha terminado de cuajar en ‘First Dates’, pero nos ha regalado momentos espeluznantes y confesiones terroríficas. Gemma ve y siente cosas, mientras que Antonio es feliz durmiendo junto a sus familiares difuntos.
Antonio se ha convertido en el misterioso Padres Karras de la película ‘El exorcista’ y ha venido a ‘First Dates’ dispuesto a encontrar un amor que le haga dejar de ser ateo. Es director de cine, escritor, practica exorcismos los jueves y le encanta ayudar a quitar los demonios de los demás. Está buscando a una persona que le haga reír y disfrutar, se define como “edonista” y “’romanticerdo’, un equilibrio entre mucho vicio y mucho romanticismo”.

Después de dar un buen susto con su guadaña, la Muerte Sobera ha ido a buscar a su cita. Gemma es una mujer sencilla, una persona normal “si es que existe alguien normal” y poco más porque no sabe muy bien cómo presentarse. Si libro favorito siempre ha sido Frankestein y no ha dudado en convertirse en su mujer por una noche. Al verla, Antonio ha exclamado un “Elegante y atractiva” y ella ha tenido la sensación de que él era “un hombre limpio”.
Ya sentados en la mesa, Gemma le ha contado que ella vive en Barcelona y el Padre Karras le ha hablado de sus exorcismos de los jueves y de cómo decidió no cumplir los 50 en Madrid. Estaba en mitad de un rodaje con unos chinos y decidió dejarlo todo e irse a vivir a un pueblecito de que jamás había escuchado hablar. Él en su ADN lleva impresa la profesión de escritor y a ella le ha parecido muy guay todo lo que le estaba contando.

Con total tranquilidad, Gemma le ha contado a Antonio que en su familia hay muchas mujeres y que todas tienen algo “no sé si son poderes mágicos”. Su prima tiene muchas premoniciones, su hermana siente que han pasado cosas y ella “oigo y veo cosas”. Una confesión ante la que Antonio le ha soltado un “¿Tomas alguna medicación?”. Ella no se lo ha tomado a mal porque ha entendido que no creía en el más allá y le estaba cambiando de tema, pero él el ha matizado que soy “mecanicista, científico, pero he visto y escuchado cosas que no sé explicarlas” y es que tiene claro que “la ciencia es magia para quién no la conoce y yo no conozco muchas cosas”.
Para que supiera que él también tiene un lado paranormal le ha contado que tiene a su familia debajo de la cama, en su canapé guarda las urnas con los restos de su padre, su madre y su hermana. Además, de dormir, comparte con su familia sus encuentros más íntimos y asegura que a algunas mujeres les ha excitado mucho o le han agradecido con lágrimas en los ojos que compartiera algo tan personal con ellas. “El Día de Todos los Santos los saco a la terraza para que les dé el aire y les hago una foto, me siento acompañado”.
Gemma da calabazas al Padre Karras: “¡Es Halloween!”
Respecto al sexo, Gemma le ha contado a Antonio que ella cree que es mejor cuanto más tiempo llevas con una persona y hay más complicidad. Él ha comenzado a hablarle de sexo en grupo, tríos y cosas que a ella ya le dan una pereza horrorosa. Todo eso ya lo ha vivido y ahora busca algo más cerrado.

En el momento de la decisión final, Antonio le ha dicho que el había encantado su “elegancia y su clase, me he sentido en una película de los años 30 en Viena”, pero ella le ha dicho que estaban en momentos vitales distintos y que no se iban a poder dar lo que estaban buscando mutuamente. Él quería repetir, pero ha terminado dándole la razón y aceptando las calabazas con alegría “¡Es Halloween! El día de las calabazas”.