EXCLUSIVA | El testimonio de uno de los supervivientes del 'Villa de Pitanxo': "Nos querían matar"
La tragedia del barco del 'Villa de Pitanxo' ha marcado historia
De los tres supervivientes, hay dos versiones distintas de lo que pasó
Samuel, marinero superviviente, culpa al capitán de la tragedia
El barco del 'Villa de Pitanxo' ha protagonizado una tragedia pesquera histórica. El barco había zarpado veinte días antes desde el puerto gallego de Marín y se encontraba faenando en uno de los caladeros más peligrosos del mundo, el de Terranova, en Canadá. Cuando se hundió después de haber intentado subir al barco una gran carga de pesca. Las condiciones meteorológicas allí son extremas. En esta tragedia solo sobrevivieron tres personas con dos relatos distintos, la versión del capitán del barco y su sobrino, y la versión de un marinero llamado Samuel.
Según el capitán del barco, Juan Padín, a las 4:00 am se para el motor por un problema mecánico. Había olas de 10 metros y sin motor no se puede gobernar la embarcación. Es entonces cuando empieza a entrar agua por la aleta de babor, la parte trasera izquierda del barco.
El marinero no tuvo la oportunidad de ponerse un traje de supervivencia
Pero la versión del marinero Samuel Kwesi es contraria. Según él, el motor se detuvo al intentar subir una carga demasiado grande de pesca al barco, tan grande como el valor de esa carga. Las máquinas que recogen el aparejo no pudieron con tanto peso, entonces, la tripulación exige al capitán que suelte los aparejos y el capitán se niega. "¡Había cable!", les gritaron los tripulantes al capitán para que recogiera el aparejo. "Él no nos hizo caso", cuenta Samuel.
Además, ha confesado que algunos de los tripulantes le gritaron al capitán: "¡Asesino!, ¡nos quiere matar!". Por lo que cuenta el marinero, el peso de la red ladea el barco, el motor se detiene y queda en manos del mar, que va inundando la embarcación. Ahí es cuando Samuel reconoce tener miedo y el capitán les grita que suban al puente de mando.
En cuestión de minutos, el barco se hunde, y en esa situación llevar un traje de supervivencia es vital. La temperatura exterior era de unos 13 grados bajo cero, 21 tripulantes mueren y tres sobreviven. Con la excepción de que el capitán y su sobrino acceden a ese traje de supervivencia y Samuel no. "Nunca me dijeron cual era el mío", ha confesado Samuel. El marinero estuvo cinco horas a la deriva vestido con unos vaqueros, cuando en esa situación y con esas temperaturas a los cinco o diez minutos de entrar en el agua estaría muerto.
Samuel asegura que el capitán lo obligó a mentir en su relato
Samuel asegura que se sintió presionado por el capitán y su sobrino: "Había que hacer lo que ellos quieren", confiesa. Además, cuando los rescataron, Samuel desvela que que el capitán le dijo que "si querían ir antes a España, tenían que decir lo mismo", por lo que sintió que lo presionaron para mentir a la hora de hacer su relato sobre lo que pasó. También añade que cuando murió el último compañero, él se asustó y dijo: "Ahora, sino me mata el frío, me matan ellos", refiriéndose al capitán y su sobrino.
El marinero ha confesado que para él no ha sido fácil trabajar con el capitán del barco. "Aunque tu le hablaras tranquilo, él te grita y se enfada en seguida", ha comentado.
Los familiares de las víctimas piden que se localice el barco hundido
Kevin González es hijo de Fernando González, primer oficial del 'Villa de Pitanxo'. El joven ha reconocido que están enfadados y decepcionados porque no ven una respuesta del Gobierno ante esta situación, ya que todavía hay 12 cuerpos desaparecidos, entre ellos, el del padre de Kevin. "Están tratando de hacer que esto se olvide y que nosotros nos aburramos", ha atacado directamente al gobierno de Pedro Sánchez.
"Queremos que se baje al barco para poder aclarecer un poco más lo sucedido, pero nosotros ya creemos que se sabe de sobra", ha dicho haciendo muestra de que apoyan la versión del marinero Samuel. Además, ha reconocido que las familias han tenido la oportunidad de hablar con el marinero ya que ha acudido a los entierros de sus compañeros.
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