Sandra es una joven que no se pensó dos veces marcharse de Barcelona y vivir su vida: ser libre. Escapó de las normas que hay encerradas en la Ciudad Condal para vivir en el campo, sin ropa y comiendo productos que la madre naturaleza nos regala día a día. Se ducha con bicarbonato y sólo come los alimentos de forma cruda, sin ser cocinados.
Pero para tener algo con ella, los pretendientes deben adaptarse a sus reglas... ¡y ahí está el problema! Sandra se ha llevado a los chicos a una colina para mostrarle cómo es el pueblo en el que vive, enseñarle las pequeñas calles y la tranquilidad con la que la protagonista convive día a día.
El momentazo ha llegado cuando se ha desnudado. “Si tenéis ganas de conocerme, a partir de este momento…”, contaba entre risas mientras se quitaba prendas de ropa. “Chicos, mi filosofía de vida es ir desnuda, alejada de Matrix que es de donde venís”, matizaba. La cara de los tres pretendientes era un auténtico cuadro, que no sabían si seguir adelante y desnudarse con ella o dar vuelta hacia su casa.
Adao se dio la vuelta y le explicó a la protagonista que no le gustaba esa forma de vida, Alejandro no dio su brazo a torcer y tampoco aceptó la petición: “Si vive en un pueblo alejado de la mano de Dios, qué no hará”. Miguel, muy dubitativo y tras hacer varias llamadas a familiares, se lanzó a vivir la experiencia con Sandra desnudos.