El negocio del contrabando de tabaco, en 'Diario de... a pie de calle'

'Diario de... a pie de calle' muestra en este reportaje el incesante contrabando de tabaco que se produce en los alrededores del peñón. En lo que va de año, según la Guardia Civil, han sido incautadas 4 millones de cajetillas provenientes del menudeo desde Gibraltar. 'Diario de...' habla con varias "matuteras" (mujeres que transportan el tabaco adosado a su cuerpo) que revelan al programa como pasan varias veces al día por la frontera y cómo evitan ser detenidas. Posteriormente suelen vender a particulares los cartones de contrabando. Reporteros del programa localizan varios "pisos estancos" (casas en las que se vende el tabaco ilegalmente) en los que hay más trasiego de gente que en los estancos que hay en la calle. Muchos gaditanos viven de este negocio clandestino que está provocando que los estancos legales, que pagan sus impuestos, estén cerrando. El contrabando de tabaco ha vuelto a sus niveles más altos, los de 1992. Los estanqueros ya no soportan esta competencia ilegal y se ven abocados al cierre.

María denuncia a 'Diario de....a pie de calle' que ella y su familia están siendo víctimas de un "escrache" por parte de los vecinos de su barrio, en Granada. El "delito" de María ha sido alquilar un local de su propiedad a una ONG para que realice una labor social para los más desfavorecidos. El vecindario ha intentado convencer a María para que rompa el contrato, ya que creen que la ONG va a traer delincuencia y marginalidad al barrio. Un equipo del programa acude a Granada para comprobar hasta dónde llega el acoso vecinal. Cada día, de 8 a 10 de la noche, se concentran enfrente de la casa de María para increparla e insultarla y por supuesto está sufriendo el desprecio de la mayoría de los vecinos. Lo más sorprendente es que han obtenido la autorización de la Delegación del Gobierno para que las concentraciones se prolonguen durante tres semanas. Diario de...ha querido conocer la labor de la ONG "Calor y café" y ha comprobado la importante tarea social que realiza en otros barrios.

La tremenda crisis económica en Santa Coloma de Gramanet, en Barcelona, llevó a unos cuantos vecinos solidarios a crear un comedor social para los más necesitados. Después de tres años atendiendo voluntariamente y con sus recursos, a unas 40 personas ahora resulta que el Ayuntamiento les quiere prohibir que sigan realizando esa tarea porque el comedor no cumple los requisitos. Reporteros de 'Diario de...' comprueban cómo los voluntarios cocinan en su casa, con la materia prima que ellos mismos compran y cómo la ponen al servicio de los más necesitados en un centro social habilitado como comedor. Una tarea ejemplar que el Ayuntamiento se quiere cargar mientras desde la administración son incapaces de dar una solución a las necesidades de la gente.