En el abismo de la adicción

Drogas

Se trata de la adicción a sustancias que provocan una alteración física y psicológica y dependencia. Así, se incluyen dentro de estas tanto las drogas ilegales (cocaína, heroína, marihuana, opiáceos, LSD, ETC) como los psicofármacos y otras sustancias de consumo legal como el tabaco o el café. A estos, sin embargo, les dedicaremos un apartado especial. La adicción a las drogas es tan fuerte, que se convierte en autodestructiva. A pesar del daño visible que provoca, el enfermo continúa adicto, sumido en una espiral de episodios de euforia con cuadros depresivos y negación del problema.

Alcohol

Sin duda, el alcohol es una de las adicciones más extendidas y sumergidas en el estrato social. Beber forma parte de las prácticas sociales, de ahí que, a menudo, sea complicado identificar cuándo se está traspasando el límite. De hecho, científicos, médicos y psicólogos coinciden en señalar que la adicción comienza cuando el individuo, conscientemente, se deja caer en el alcohol en repetidas ocasiones.

Un abuso compulsivo de la sustancia que genera importantes daños en el tejido cerebral, en poco tiempo. La personalidad, factores genéticos y el entorno social y familiar pueden despertar la adicción al alcohol.

Tabaco

La nicotina es una de las sustancias más adictivas que existen. Llega la cerebro en apenas seis segundos y, en ocasiones, el síndrome de abstinencia es similar al que produce la cocaína. Muy ligada a las modas, la adicción al tabaco afecta especialmente a los jóvenes, que ven en ella un medios de integración social. Pero, además de nicotina, recientes estudios reflejan la existencia de más de 2.000 sustancias tóxicas, como cianuro o monóxido de carbono, en el tabaco. También contiene alquitrán, que la quemarse, desprende sustancias cancerígenas.

Juego

Se trata de una adicción histórica, asociada a la actividad de apostar y de conseguir dinero fácil. Una conducta descontrolada que a menudo se relaciona con las compras. Junto a la negación de la enfermedad se produce un estado de ilusión y fantasía continuo en el que, a pesar de perder, siempre se espera ganar más dinero. Una actitud destructiva que genera una espiral de deudas cada vez mayor. Por otro lado, la adicción al juego es una de las más relacionadas al intento de suicidio, ya que, al trastorno psicológico se suma un problema económico y material.

Una variante de la ludopatía es la adicción a las compras, un acto compulsivo que se desarrolla en personas con baja autoestima e insatisfacción vital.

Sexo

En este caso, existe adicción al sexo cuando se utiliza este como sustitutivo de cualquier relación social o por ausencia de estas. Se trata de un descontrol de la conducta sexual intercalado con fases de relativa calma. El problema de su tratamiento es que es la adicción peor vista de todas, la que más vergüenza despierta. Un enfermo adicto al sexo manifiesta obsesión, repetición de la conducta disfuncional, síndrome de abstinencia y pérdida de interés por otras actividades. La abstinencia, en este caso, queda delatada por una cierta irritabilidad, ansiedad, náuseas, insomnio, temblores y cefalea; y todos estos síntomas remiten con una 'dosis' de sexo.

Comida

La adicción a la comida se agrupa en tres trastornos: la bulimia, la anorexia nerviosa y el comedor compulsivo. A menudo se desarrollan como una herramienta de autodefensa. Sumidos en al enfermedad, nada externo (ruptura con al pareja, discusiones con las amistades), pueden afectar más que el dolor y la dependencia provocado por tu enfermedad. Las huellas físicas que provoca la adicción a la comida son inmediatas. En todas estas variantes se presentan los componentes de obsesión y descontrol.

Internet

Aproximadamente un 10% de los usuarios son adictos a Internet, una patología de reciente desarrollo fruto del desarrollo de las nuevas tecnologías. Si bien Internet es una eficaz herramienta de comunicación, sus redes sociales hacen que, en ocasiones, personas con problemas de socialización se vean absorbidos por la red. La adicción a Internet se caracteriza por una obsesión a 'permanecer en línea', con el caber sexo y los cyber romances. Todo esto provoca aislamiento, irritabilidad, desatención personal y falta de higiene.

Trabajo

Existe cierta controversia con respecto a la adicción al trabajo. Durante mucho tiempo se vio como algo positivo, o, al menos, no perjudicial para la salud. Sin embargo, existen grados de adicción que sí son dañinos. Se caracteriza por una implicación excesiva con el trabajo y su entorno hasta el punto de que afecta a otros ámbitos de la vida del individuo, como por ejemplo la familia, los amigos, y en definitiva, a aspectos conductuales y personales del mismo. Por otro lado, se trata de una adicción que suele ir relacionada con un sentimiento de inferioridad y miedo al fracaso. Así, sentirse competente a los ojos de los demás, aumenta el ego, aunque para ello el enfermo tenga que desentender a las personas que más le importan. Como consecuencia, se genera aislamiento, excesivo perfeccionismo que impide hallar la satisfacción plena; agotamiento, aspereza e incapacidad para disfrutar.