Rubén, víctima de pseudoterapias para ‘convertirse’ en heterosexual: “Me dijeron que ser gay es como tener sexo con caballos”

“Por increíble que parezca, en pleno SXXI, hay familias que no aceptan que sus hijos sean gais”, comentaba Joaquín Prat antes de conocer la historia y entrevistar a Rubén, víctima de pseudoterapias para ‘convertirse’ en heterosexual.

Su familia no solo no aceptaba que fuese homosexual, sino que, además, fueron capaces de recurrir a peligrosas prácticas con la única intención de revertir su condición de gay, como si de una enfermedad se tratara.

“Cuando mi madre se enteró se volvió loca… y me volvió loco a mí”, aseguraba Rubén. “A la semana de enterarse, vinieron unos pastores a mi casa para realzarme todo tipo de exorcismos. Todas las mañanas mi madre me preguntaba qué si ya me gustaban las mujeres”, continuaba contando para asombro de Joaquín: “Es que es de coña…”.

“Mi madre me mandó a Brasil para ‘curarme’, allí me trataron como un pedófilo, como un pederasta, me trataban de zoofílico… me acuerdo de que, estando allí, me dijeron que ser homosexual es como tener sexo con caballos. Al final, me rebelé, me fugué de allí y estuve dos meses tirado por la calle”, confesaba Rubén.

Dos intentos de suicidio, depresión, ingreso en un psiquiátrico… hasta que al final “apareció un ángel”. “Si, mi pareja… la verdad es que ahí tuve mucha suerte. Es una persona que me ha cambiado todo”, decía visiblemente afectado.

Rubén, asegura que no tiene, ni quiere tener, ninguna relación con su familia y manda un aviso: “Mi caso no es un caso aislado, yo conozco a tres personas que están pasando por lo mismo, y no dicen nada por miedo”.