Son los máximos responsables del calentamiento global. El carbón, el petróleo y el gas dominan la producción energética pero la civilización de los combustibles fósiles tiene los días contados. Hay fecha: en 2028 se vendrá abajo. Lo dice este gurú: Jeremy Rifkin, asesor de decenas de gobiernos en todo el mundo.
Los costes de producción de la energía solar o eólica están ahora mismo muy por debajo de los de los combustibles fósiles. El mercado ya ha hablado: 11 billones de dólares ya se han desviado de las energías fósiles porque los inversores no quieren perder su dinero. Habrá millones de activos estancados en infraestructura obsoleta. Estamos ante la mayor burbuja económica de la historia.
¿Cuál es el plan, una vez haya estallado la burbuja del carbono? El plan se llama nuevo pacto verde, la tercera revolución industrial. Cada casa, cada edificio se convertirá en una planta de producción de energía limpia y podrá compartirla con los demás porque todos estarán conectados a través de una red inteligente. La tecnología ya existe.
Millones de personas están produciendo su propia energía solar, geotérmica o eólica muy barata. La que no usan pueden enviarlo de nuevo a una red eléctrica inteligente, el internet de la energía. La misma tecnología que ahora nos sirve para compartir información permitirá compartir energía. La misma revolución, en el sector del transporte, con vehículos eléctricos, compartidos, la mayoría sin conductor.
¿De dónde saldrá el dinero para poner la revolución verde en marcha? No necesitamos más impuestos, quiero que eso quede claro. Hay dinero suficiente, el de los billones de dólares desinvertidos de la industria fósil que buscan desesperadamente un nuevo destino. El gobierno español tiene que poner en marcha un banco verde que emita bonos verdes. Cada región tendrá su banco verde.
Es la utopía de Jeremy Rifkin. Una sociedad más igualitaria. Una economía en manos de pequeñas cooperativas donde las grandes corporaciones pierden poder. Un nuevo pacto verde frente al desafío. Estamos ante la sexta extinción masiva de la vida en el planeta. En tiempo real, podemos perder más del 50% de las especies del planeta. La última vez que hubo una extinción de esa magnitud fue hace 65 millones de años.