Renfe recomienda a sus maquinistas suprimir las conversaciones en los puntos críticos

Noticias Cuatro/Agencias 30/07/2013 20:12

Según consta en la 'Guía de Buenas Prácticas' de Renfe para sus empleados a la que ha tenido acceso Europa Press, la operadora señala que un caso especial en el control de la atención constituye el uso de la telefonía móvil y dispositivos similares, cuyo riesgo reside en que es una "actividad ajena a la conducción que requiere ciertas demandas que compiten con esta última".

Así, apunta que la complejidad, el contenido y la duración de una conversación "juegan un papel relevante en cuanto al impacto de ésta en la conducción".

A este respecto, el documento recoge que los conductores deben velar por la duración y calidad de las conversaciones durante la conducción "suprimiéndolas, en todo caso, en los puntos críticos de la tarea en donde se requiera más atención".

Además, la guía recomienda llevar apagados los dispositivos móviles personales durante la conducción y en el caso de los dispositivos corporativos hacer "un uso responsable de los mismos".

En todo caso, en las conversaciones profesionales, subraya que se debe velar por "el mantenimiento de la conversación el tiempo estrictamente necesario durante la conducción".

Hablar por teléfono afecta a la atención

La guía también considera que hablar por teléfono afecta a los procesos psicológicos de nivel inferior más importantes que participan en la conducción: "la atención y la percepción de estímulos visuales, provocando errores en la recogida y percepción de la información".

De esta manera, el texto subraya que las consecuencias que comportan hablar por teléfono se dirigen "a un peor conocimiento de la situación (empeoramiento de la conciencia situacional) y a una sobrecarga mental que empeora la capacidad de respuesta".

En un texto similar redactado en julio de 2011 por parte de su Dirección de Seguridad en la Circulación sobre el uso del teléfono móvil en la conducción, la compañía llama a "no hacer uso de los mensajes de texto, del correo electrónico o de funciones similares mientras se conduce".

"Durante el viaje lleva el teléfono en modo silencio y a ser posible con un mensaje automático que le indique al llamante la situación. Incluso el uso con manos libres te puede llevar al error", advierte el documento de Renfe.

Asimismo, apunta que "cuando sea necesario hacer uso del teléfono móvil debido a algún tipo de emergencia o por avería o disfuncionalidad del equipo de comunicaciones autorizado, aseguraté de que no existe riesgo y limita la conversación a lo estrictamente necesario".

El texto señala que "las detenciones largas pueden ser un buen momento para consultar mensajes y llamadas, siempre que se preste atención al reinicio de la marcha".

"La atención, como mecanismo de capacidad, es limitada; no utilices este recurso en tareas que pueden esperar, descuidando la tarea que asegura tu tranquilidad", concluye el documento.

En la introducción del documento, Renfe recuerda que "los teléfonos móviles y otros dispositivos de comunicación pueden ser muy útiles, pero también pueden introducir riesgos". "Mantener una conversación hablada o el uso de servicios de datos tales como mensajes de texto, correos electrónico, internet, video, etc, pueden distraer nuestra atención dejando de percibir información importante relacionada con tareas de seguridad".

Según indica el documento de la Dirección de Seguridad en la Circulación de Renfe, en "el uso del teléfono móvil durante la conducción de trenes existen tres momentos críticos de peligro": la recepción de una llamada, la ejecución una llamada y la conversación.

La operadora apunta que, según diversos estudios, "tras minuto y medio de hablar por el móvil, el cerebro humano no percibe el 40% de las señales, el ritmo cardiaco se acelera bruscamente durante la llamada y la persona tarda más en reaccionar".

Según ha explicado el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) tras el volcado de la información contenida en las cajas negras del convoy, el maquinista del tren accidentado el pasado miércoles 24 de julio en Santiago de Compostela, Francisco José G.A., hablaba por teléfono con personal de Renfe en el momento del accidente, posiblemente un controlador.

Al respecto, ha indicado que minutos antes de la salida de vía recibió una llamada en su teléfono profesional para indicarle el camino que tenía que seguir al llegar a Ferrol. Además, del contenido de la conversación y, por el ruido de fondo, las mismas fuentes han apuntado que parece que el maquinista consultaba "un plano o algún documento similar en papel".