Quedaban apenas unos días para el cuarto cumpleaños de Alby. La pelota, según informa la etiqueta, está indicada para niños a partir de los tres años, pero Anna no pensó que esta pudiera hacerle ningún daño ya que el menor estaba a punto de cumplir los cuatro.
A solo un metro, Anna vio como Alby se tragó la pelota, tras lo que se asfixió. "Traté de salvar a nuestro hermoso niño", ha dicho en una publicación de Instagram. Durante 16 "insoportables" minutos, hasta que llegaron los paramédicos, le practicó la reanimación cardiopulmonar.
El pequeño, a pesar de los esfuerzos frenéticos de Anna por salvarle, murió en sus brazos, según publica People.