La pregunta es, ¿qué le pasó a Laia? Según los investigadores sus abuelos paternos la recogen, como cada día, en la puerta del colegio a las seis de la tarde y la llevan a su casa. A las siete llega su padre a recogerla y llama por teléfono para que vaya bajando. Pero Laia no cruza el portal, y saltan todas las alarmas. La niña es autista y se desorienta con facilidad. Todo el mundo la conoce en el barrio por sus rasgos orientales y sus gafas de pasta azul. A las nueve y media dos tíos de la niña deciden ir puerta por puerta a casa de todos los vecinos. Francisco, el presunto asesino, les abre recién duchado, cosa que les hace sospechar. A los 20 minutos deciden volver para revisar ese piso. Pero Francisco se niega a abrir la puerta, y mientras uno le sujeta el otro busca a Laia por la casa. El cuerpo aparece debajo de un colchón. Le falta ropa y tiene varias cuchilladas. Porqué la mató es lo que los agentes tratan de averiguar.