El hombre, que veraneaba en el pueblo, ha entrado en un bar de la localidad vallisoletana de Castrillo-Tejeriego armado con una escopeta y ha matado a una persona y ha herido a otras tres. El incidente se ha producido a primera hora de la mañana, tras "discusiones intrascendentes" mantenidas con alguna de las víctimas.
El 112 recibió una llamada de emergencia alertando de la entrada con una escopeta y en seguida ha llegado la Guardia Civil (COS) de Valladolid. También se han personado en el lugar de los hechos servicios de Emergencias Sanitarias - Sacyl, que envía una UVI móvil, dos ambulancias soporte vital básico y un equipo médico de Esguevillas de Esgueva.
En el lugar, el personal de Sacyl confirma el fallecimiento de un varón de 46 años. Hay otras tres personas heridas por arma de fuego. Dos de ellas son varones de 50 y 51 años, trasladados posteriormente en ambulancia soporte vital básico al Hospital Universitario Río Hortega de Valladolid. El tercero, un varón de 58 años que es evacuado en UVI móvil al Hospital Clínico Universitario de Valladolid.
El alcalde del pueblo, Raúl Torres, ha explicado para El Norte de Castilla que el fallecido deja a su mujer y dos hijos huérfanos de padre. En cuanto a los heridos, indica que dos son veraneantes y otro reside en el pueblo todo el año, informa ICAL. Torres aseguró que según la información que le han facilitado, los heridos evolucionan favorablemente.
La subdelegada del Gobierno en Valladolid, Helena Caballero, ha lamentado este suceso en un pueblo "con este entorno tan bonito y tranquilo" y ha mostrado sus condolencias a la familia de la víctima, que están acompañados por un grupo de psicólogos, y del agresor, "porque el padre es de aquí de toda la vida y lo estará pasando también muy mal".
Además, ha confirmado con el detenido, M.M.B. de 32 años vecino de Valladolid e hijo de un extrabajor del Ayuntamiento de la localidad, tenía la licencia de armas "en regla" y cumplía con todos los "requisitos" marcados por la ley. Solo le constaba un antecedente por un "delito menor", en concreto por "amenazas e injurias" hacia un concejal del Consistorio.
Caballero ha descartado "rencillas anteriores" con las víctimas y ha atribuido a un "cruce de cables" tras una discusión "que tampoco estaba siendo muy acalorada" lo que motivó que el presunto homicida fuera a por la escopeta a casa y entrara "a tiros" en el establecimiento.