En la sentencia, los magistrados imponen una pena de siete años a tres de ellos como autores de un delito de captación y adoctrinamiento terrorista, mientras que el último de ellos es condenado a cuatro años de prisión por adoctrinamiento pasivo terrorista.
Los jueces consideran probado que una de las dos mujeres del grupo asumió la finalidad de establecer estructuras de captación y reclutamiento de nuevos adeptos para el Estados Islámico. Desde el año 2014, además, se dedicó a labores de captación de otras mujeres. Todo ello, con la idea final de trasladarse a Siria para formar parte del Estados Islámico.
La acusada, por lo tanto, ejercía el liderazgo ideológico del grupo y aplicaba de manera rigurosa la sharia Otra de las integrantes se encargaba de captar los miembros y administrar y gestionar los grupos de WhatsApp. Por su parte, el tercer implicado informaba de las medidas de seguridad y realizaba labores de adoctrinamiento de la anterior, mientras que el último de ellos viajó desde Francia para casarse con la líder del grupo.
La sala explica que el grupo utilizaba la red social Facebook para contactar en primer momento con sus víctimas. Posteriormente, agregaban al sujeto a los distintos grupos de WhatsApp que la célula tenía. Gracias a este método, consiguieron adoctrinar a tres jóvenes marroquíes que se vieron inmersas en este proceso de captación y adoctrinamiento. Una de ellas incluso llegó a intentar viajar a Siria, pero fue detenida por la Policía.