El maquinista se distrajo por una llamada de un controlador de Renfe

Noticias Cuatro / Agencias 30/07/2013 23:47

En los datos aportados por el el Tribunal Superior de Justicia de Galicia tras el volcado de la información contenida en las cajas negras del convoy, se asegura que, minutos antes de la salida de la vía, el maquinista del tren accidentado, Francisco José G.A., hablaba por teléfono con personal de Renfe, posiblemente un controlador. En ese momento, recibió una llamada en su teléfono profesional para indicarle el camino que tenía que seguir al llegar a Ferrol.

Además, del contenido de la conversación y, por el ruido de fondo, las mismas fuentes han apuntado que parece que el maquinista consultaba "un plano o algún documento similar en papel".

Las cajas negras también han reflejado que el convoy circulaba en los kilómetros previos al descarrilamiento a 192 kilómetros por hora, pero segundos antes del accidente, fue activado un freno.

Así, se estima que en el momento de la salida de vía, el Alvia circulaba a 153 kilómetros por hora, según los análisis de los últimos kilómetros recorridos por el tren en el momento de la tragedia.

Nuevas pruebas periciales

Según ha informado el Tribunal Superior de Justicia de Galicia (TSJG), el juez ha autorizado a los técnicos de la Comisión de Investigación de Fomento a realizar mediciones de las ruedas de los vagones, acompañados por Policía Judicial. Por ello, los vagones no se moverán hasta que se completen las inspecciones oculares, ya que todavía está pendiente el acceso a pequeñas zonas cerradas por hierros que hay que cortar.

Las mismas fuentes han apuntado que cabe la posibilidad de que se trasladen perros para realizar una última inspección de los restos. También está previsto realizar un estudio de la máquina.

El juzgado también ha informado de que, por el momento, no ha sido citado para declarar ningún testigo.

'Guía de Buenas Prácticas' de Renfe

Por su parte Renfe ha informado que recomienda a sus maquinistas suprimir las conversaciones durante la conducción en los puntos críticos en donde se requiera más atención, así como valorar el riesgo antes en aquellas situaciones en las que voluntariamente desvíe la atención, ya sean tratamiento de averías o consulta de documentación.

Según consta en la 'Guía de Buenas Prácticas' de Renfe para sus empleados a la que ha tenido acceso Europa Press, la operadora señala que un caso especial en el control de la atención constituye el uso de la telefonía móvil y dispositivos similares, cuyo riesgo reside en que es una "actividad ajena a la conducción que requiere ciertas demandas que compiten con esta última".

Así, apunta que la complejidad, el contenido y la duración de una conversación "juegan un papel relevante en cuanto al impacto de ésta en la conducción".

A este respecto, el documento recoge que los conductores deben velar por la duración y calidad de las conversaciones durante la conducción "suprimiéndolas, en todo caso, en los puntos críticos de la tarea en donde se requiera más atención".

Además, la guía recomienda llevar apagados los dispositivos móviles personales durante la conducción y en el caso de los dispositivos corporativos hacer "un uso responsable de los mismos".

En todo caso, en las conversaciones profesionales, subraya que se debe velar por "el mantenimiento de la conversación el tiempo estrictamente necesario durante la conducción".