Dijo que fueron solo dos segundos pero el vigilante de seguridad le reprochó que fuese más de una hora. Ese es el tiempo que una mujer dejó a sus perros encerrados en el coche bajo un sol de justicia en el aparcamiento de un centro comercial en el Reino Unido. El agente abroncó a la dueña de los perros por el estado de deshidratación de los animales, algo que molestó a la propietaria que acabó encarándose con el vigilante.